El Teatro Real, repleto de un público emocionado presidido por la reina Sofía, ha acogido este lunes un concierto solidario con las víctimas de la dana interpretado por el Cuarteto Casals con los instrumentos de Antoni Stradivari que atesora el Palacio Real, de donde han salido por primera vez en 29 años.
A la velada Stradivarius por la DANA, impulsada por el Teatro Real y Patrimonio Nacional, han acudido numerosas personalidades, como el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ambos sentados en el palco junto a doña Sofía, que ha sido largamente aplaudida por el público.
También han asistido el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Angel Víctor Torres, y la ministra de Igualdad, Ana Redondo, así como el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre, y responsables de Patrimonio Nacional -su presidenta, Ana de la Cueva- y del Teatro Real -su presidente, Gregorio Marañón-, entre otros.
No han faltado los alcaldes de la zona afectada: María Teresa Cervera, alcaldesa de Bugarra; Consuelo García, de Calles; José Morell, de Cheste; y Robert Raga, de Riba-Roja de Túria, así como la presidenta de la Federación de Sociedades Musicales de Valencia, Daniela González, los únicos asistentes que han sido invitados al concierto, ya que el resto de las autoridades han abonado su entrada y han aportado un donativo, según ha informado el Teatro Real.
Los fondos recaudados con la venta de las localidades de entre 20 y 98 euros, además de una fila 0 para donaciones, se dedicarán a la recuperación de la vida cultural y artística de los territorios devastados el pasado 29 de octubre, mayoritariamente a través de la citada Federación de las Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana.
Según un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), hubo unas pérdidas globales de más de 17.000 millones de euros por el desastre, de las que la Generalitat cifra en 480 millones las que han afectado a equipamiento cultural, industrias culturales y bienes muebles e inmuebles.
Piezas de la magistral y misteriosa obra El arte de la fuga, de Johann Sebastian Bach, que la dejó inconclusa y sin asignación específica de instrumentos, han sonado con el conjunto de dos violines, una viola y un violonchelo conocido como el Cuarteto Palatino durante algo más de una hora.
Estas excepcionales piezas ya habían sido utilizadas en 18 ocasiones anteriores por el Cuarteto Casals, actualmente conformado por Vera Martínez, Abel Tomàs (violines), Cristina Cordero (viola) y Arnau Tomàs (violonchelo), nació en la Escuela Superior de Música Reina Sofía en 1997.
"No son nuestros instrumentos, los hemos tocado y los empezamos a entender, pero lo bueno es que entre ellos se conocen, tienen la misma vibración", explicó en la presentación del concierto Vera Martínez.
Estos instrumentos musicales fueron realizados para Carlos II, aunque finalmente es Carlos III el que adquiere el conjunto para su hijo, el Príncipe de Asturias y futuro Carlos IV. Inicialmente, eran cinco, pero uno de ellos se pierde durante la invasión francesa.
Hechos con madera de abeto y arce, su tratamiento de barniz es uno de los mejores secretos de estos instrumentos, que se tocan cuatro veces al año en el Salón de Columnas del Palacio Real, en conciertos a los que acuden entre 280 y 300 personas. Es la manera de que estas piezas únicas, delicadas pero fuertes, se mantengan vivas.
La partitura El arte de la fuga es una obra postrera de Bach (1685-1750), sin asignación específica de instrumentos, cuyas cuatro voces han sido adaptadas para cuarteto de cuerdas, logrando la claridad, cohesión e intimismo necesarios para afrontar el contrapunto de las catorce fugas y cuatro cánones como un laberinto etéreo, un trascendente perpetum mobile.