El Sánchez-Pizjuán vio este sábado a Jesús Navas jugar su último partido como futbolista profesional antes de colgar las botas, en una jornada en la que la victoria ante el Celta quedó en un segundo plano: todos los focos se los llevó el adiós de una de las más grandes leyendas del Sevilla, que vio al palaciego recordar una vez más a Antonio Puerta.
Fue durante su vuelta de honor al templo hispalense, y al pasar por la portería del fondo sur del estadio, el mismo lugar en el que Puerta se desvaneció ese trágico 25 de agosto de 2007, cuando el internacional español se agachó para besar el césped después de permanecer arrodillado durante unos minutos.
No quedó ahí el gesto de Navas: poco después, el futbolista se quitó la camiseta, tapó su nombre, señaló al cielo y enseñó a la grada el dorsal '16', el que utilizaba su amigo y que él mismo llevaba para homenajearle desde su regreso en 2017 tras cuatro temporadas en el Manchester City.
Más tarde, el jugador compareció ante los medios y repasó su trayectoria profesional, sin olvidarse de dedicar unas palabras a Puerta y Reyes: "He conseguido muchas cosas, muchos títulos, he hecho feliz a toda mi Sevilla, que era lo que quería y por lo que he luchado desde niño. He hecho feliz a toda España, a todo el país, con mi selección. Es lo más grande, mi Sevilla y mi selección, y es lo que he hecho hasta el último día, darlo todo por mi afición. Por Puerta, por Reyes".
"Quiero que quien se ponga esta camiseta se entregue como yo me he entregado. Este número es sagrado, igual que Reyes, este club es sagrado, este escudo es sagrado, y esta afición es sagrada. Quiero que lo den todo, como yo lo he dado hasta el último día. Creo que la idea la han cogido, me quedo tranquilo", concluyó Navas.