La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que "nunca" se reunió con el conseguidor del caso Koldo, Víctor de Aldama, ni presencial ni telemáticamente y ha puesto "la mano en el fuego" tanto por su jefe de Gabinete, Carlos Moreno, como por el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Así se ha defendido en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado de las afirmaciones de Aldama, que dijo que Montero había participado en la reuniones para el rescate de Air Europa y que tanto su jefe de Gabinete como Santos Cerdán habían recibido mordidas.
"Me parece una ignominia y ofensivo que un delincuente mencione a estas personas (...) mi jefe de Gabinete es un magnífico servidor público y por él pongo la mano en el fuego", ha pronunciado Montero, solo unos minutos antes de que se suspendiese la comparecencia, alegando que la vicepresidenta tenía que ir a votar al Congreso de los Diputados al nuevo presidente de RTVE. Aldama aseguró que Carlos Moreno había recibido una mordida de 25.000 euros por conseguir el aplazamiento de una deuda y que la titular de Hacienda dio el visto bueno, y también que Santos Cerdán habría recibido 15.000 euros en un bar cercano a la sede socialista de Ferraz. Montero también ha puesto "la mano en el fuego" por el secretario de Organización y número 3 del PSOE.
Sobre si su jefe de Gabinete mantuvo algún contacto con Koldo García, Montero ha asegurado que "todo el mundo tiene el teléfono" de Carlos Moreno, por lo que no sabe si pudo haber algún contacto para "procedimientos" o para "cuestiones propias del Ministerio", pero ha aseverado que "nunca hizo nada parecido" o que tenga alguna "coincidencia" con lo que dijo De Aldama en su declaración. Sobre si ella se reunió alguna vez con el comisionista, ha dicho que "nunca jamás" ha sucedido "ni presencialmente ni por videoconferencia". "No puede aportar ninguna prueba de algo que no ha ocurrido", ha constatado, al tiempo que ha insistido que todo es "falso y mentira".
En su breve comparecencia antes de la suspensión, Montero ha querido dejar claro que la "responsabilidad" es de quien ha cometido un "delito", no del resto de personas que "no sabían" ni participaban de esas actividades. "Hay que ser riguroso a la hora de imputar la culpa porque si no ya da igual quién comete la irregularidad y parece que se pretende manchar políticamente", ha argumentado.
Sobre si vio alguna "conducta sospechosa" por parte del entonces ministro y número tres del PSOE, José Luis Ábalos, la vicepresidenta ha manifestado "con absoluta rotundidad que no". Y a preguntas sobre si conocía a Aldama, ha asegurado que no. Ha reconocido que sí que asistió al 60º cumpleaños de Ábalos, al que asistió el presunto conseguidor aunque, según Montero, en ese momento no le reconocía por lo que no advirtió de que estaba presente.
