Hace unos días Ilia Topuria reconocía que, desde su punto de vista, Jon Jones es el mejor luchador de todos los tiempos. Para el campeón hispano-georgiano el estadounidense, que pelea el próximo sábado en UFC 309, está por encima de cualquier otro luchador, incluido Khabib Nurmagomedov, que se retiró invicto hace unos años. Los números de Jones, que ha defendido su cinturón en 14 ocasiones, hablan por sí mismos. Ahora bien, ¿quién es Jon Jones dentro del octágono?
Para empezar, se trata de uno de los peleadores más completos de UFC. El neoyorquino empezó en la compañía como un muy buen wrestler pero con muchas carencias de striker. Su primera pelea en la organización fue muy buena prueba de ello, con un Jones casi incapaz de tirar una sola patada. Aquel combate frente a André Gusmão lo ganó por decisión y no brilló demasiado.
A partir de ahí Jones mostró una increíble curva de aprendizaje y fue incorporando uno de los sistemas de ataque y defensa más completos de UFC. Es cierto que el boxeo nunca ha sido su fuerte, pero con el tiempo ha adquirido un pateo brillante y sus carencias con las manos las ha suplido muchas veces con los codos. Fueron estas armas las que le salvaron frente a Gustafsson en su primera pelea, en la que sufrió frente a un tipo con un buen nivel de boxeo.
La pelea de Gustafsson, por cierto, también dejó claro que Jon Jones tiene mentón, porque tuvo que comerse manos durísimas del sueco. Su cara al terminar la pelea, de hecho, era un auténtico poema. Sea como sea, para poder llegar a ese combate el estadounidense tuvo que derrotar a algunos de los luchadores más complicados de los semipesados, como Maurício Rua, Quinton Jackson, Lyoto Machida o Rashad Evans. Muchos de ellos estaban en el mejor momento de su carrera.
Últimos años en el semipesado
Es verdad que sus últimos años en el semicompleto no fueron los mejores y que incluso su victoria contra Dominick Reyes fue dudosa, pero su subida a los pesos pesados fue estelar. Tenía frente a él a un experto en muay thai como Cyril Gane y no le duró ni un asalto. El dominio de Jones fue absoluto y lo acabó sometiendo.
El sábado podremos verlo frente a otra leyenda, que es Stipe Miocic. El estado de forma del retador es toda una incógnita ya que lleva años sin entrar al octágono. Su última pelea la perdió por KO frente a Ngannou, pero antes de aquella derrota se le veía fino. La inactividad se suele pagar en este deporte, pero en pesos pesados una mano dura puede cambiarlo todo.