Con la experiencia hemos aprendido la importancia de una correcta higiene personal, como lavarnos adecuadamente las manos para evitar ciertos problemas de salud y la transmisión de enfermedades, pero además de salud, hay otra parte que está relacionada con la imagen, porque ducharnos habitualmente nos ayuda a evitar malos olores corporales. En España, según un estudio de la OCU, el 61% de los ciudadanos afirman ducharse diariamente, algo que no en todos los países es algo frecuente.
Una ducha diaria es, para muchas personas, indispensable. Les ayuda a despertarse por la mañana o a relajarse para poder dormir por la noche, formando parte de sus rutinas habituales. Una costumbre que ha sido adquirida pensando que es lo mejor para nosotros, pero no es así en todos los casos y los especialistas y dermatólogos tienen algo que decir sobre las duchas diarias.
El hábito de ducharse todos los días
En ocasiones pensamos que es más saludable o mejor para la piel ducharnos a diario, pero lo cierto es que los expertos recomiendan otra cosa. Si bien es cierto que recomiendan la ducha diaria siempre que exista mal olor o después de entrenar, en caso de no ser necesaria, distanciar un poco este tiempo bajo el agua puede ser beneficiosos para nuestra piel.
“No es necesario ducharse diariamente a no ser que se haga ejercicio, se sude o se entre en contacto con sustancias químicas o irritantes”, explica la dermatóloga Amy Huang, en una entrevista para Parade. La piel es la primera línea de defensa del sistema inmune, por lo que hay que cuidarla adecuadamente, además tiene un papel importante en la gestión de líquidos, la regulación de la temperatura o la protección contra traumatismos menores. “Estos beneficios para la salud generalmente se pueden mantener con duchas menos frecuentes”, aclaró el doctor Mark Loafman para el mismo medio.
Los expertos aseguran que las duchas diarias, de larga duración y con agua muy caliente pueden secar la piel, irritarla o agrietarla, lo que puede eliminar o reducir su barrera protectora de aceite y bacterias ‘buenas’ que esta tiene debilitándola y haciendo que penetren con mayor facilidad bacterias o alérgenos, provocando una infección cutánea o una reacción alérgica.
Hábitos de ducha que nos benefician
No parece haber un consenso con la cantidad de veces por semana que se recomienda ducharse, parece que cada persona es diferente, por ejemplo, en caso de hacer ejercicio haber sudado, se recomienda una ducha, incluso si ya nos hemos duchado en ese día. No obstante, se puede considerar una buena idea ducharse cada dos o tres días.
Además, para evitar dañar nuestra piel con este tipo de duchas que comentábamos antes, lo mejor es que sean breves, de unos cinco o diez minutos como mucho, y que el agua sea tibia o fría. Se recomienda recordar limpiar con cuidado zonas a las que no siempre prestamos atención, como los pies, limpiando bien también entre los dedos.
En caso de emplear esponjas para limpiar el cuerpo, estas no deberían rascar la piel y siempre se recomienda cambiarlas con frecuencia, porque suelen ser lugares en los que hay muchas bacterias, tampoco conviene emplear jabones fuertes, porque pueden eliminar los aceites naturales de la piel. Después de la ducha y del secado, también suele recomendarse una buena hidratación.
Referencias
Sugerencias para una piel sana y radiante. (s. f.). Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/skin-care/art-20048237