Un correcto mantenimiento de nuestras lentillas nos ayudará a que esta imprescindible (y cómoda) herramienta para nuestra miopía o hipermetropía esté en óptimas condiciones, de manera que podamos usarlas completando su vida útil. Como primer consejo: respetar la fecha de caducidad del fabricante, presente en el envase, es absolutamente obligatorio para no dañar nuestra vista.
Como nos explica el doctor Gonzalo Muñoz, oftalmólogo director médico de Clínica Baviera, hay que tener muy presente cómo llevar a cabo el mantenimiento de las lentillas, con una escrupulosa higiene, y el cambio de estuche cuando corresponda según la tipología, para evitar efectos secundarios en nuestros ojos.
¿Cada cuánto tiempo debo cambiar el estuche de las lentillas?
En primer lugar, entre los consejos necesarios para cuidar nuestros ojos si llevamos lentillas, el doctor explica que "es recomendable cambiar el estuche cada 3 o 6 meses a no ser que muestre signos de desgaste o suciedad, lo que nos obligaría a hacerlo antes. También es conveniente limpiarlo a diario con la solución adecuada y dejarlo secar al aire".
Además, el experto dice que debemos mantener las manos limpias antes de tener contacto con las lentillas, "y utilizar soluciones adecuadas y aconsejadas por profesionales para su limpieza. Es importante cumplir con el tiempo de uso recomendado (diarias, quincenales, mensuales) y quitarlas antes de dormir. No se deben utilizar las lentillas en la piscina ni en la playa, ni tampoco dormir con ellas".
Siete consejos para el mantenimiento de las lentillas
El doctor Gonzalo Muñoz comparte los consejos más importantes que debemos llevar a cabo para evitar problemas con las lentillas, relacionados con una mala higiene. Es conveniente tener en cuenta todas estas recomendaciones para evitar infecciones, irritación e incluso pérdida de visión en los casos más severos.
En todos los casos hay que lavarse las manos con agua y jabón antes de manipular las lentillas o su estuche. A la hora de secarse las manos, deberemos hacerlo con una toalla limpia. En cuanto a la limpieza de la lentilla en sí, ésta debe ser con el líquido específico de las lentillas, frotando durante 15 segundos por cada lado. Cada vez que lo hacemos, cambiaremos el líquido del interior del estuche.
Una vez que las lentillas hayan completado su vida útil hay que desecharlas, o antes si detectamos que están en mal estado (incluso si todavía están dentro del período considerado como vida útil).
Para finalizar, nunca deberemos guardar las lentillas en agua: hay que usar siempre líquido para lentillas, que es la fórmula correcta para garantizar su buen mantenimiento y su desinfección ante posibles gérmenes.
¿Cuántos tipos de líquidos de lentillas existen?
Existen varias familias de líquidos para lentes de contacto, diseñados para diferentes necesidades y tipos de lentes. Entre las más comunes el oftalmólogo habla de seis. La primera es la solución multifuncional, el tipo de líquido más común. "Sirve para limpiar, desinfectar, enjuagar y almacenar las lentes de contacto. Es fácil de usar porque todo el proceso de cuidado de las lentes puede hacerse con un solo producto".
La segunda es la solución salina, que se usa principalmente para enjuagar las lentes de contacto antes de ponerlas. "No tiene propiedades desinfectantes, por lo que no se debe usar para limpiar o almacenar las lentes". El peróxido de hidrógeno es otro sistema de limpieza profundo que desinfecta eficazmente. Es importante que después de usar este líquido, las lentes pasen por un proceso de neutralización para que no causen irritación en los ojos. No se debe poner el peróxido de hidrógeno directamente en los ojos".
La limpieza enzimática se utiliza "para eliminar depósitos de proteínas que se acumulan en las lentes, especialmente en aquellas de uso prolongado. Suelen usarse como complemento a otros líquidos, y no como única solución de cuidado". Las soluciones rígidas (RGP) son para las lentillas rígidas, y las gotas humectantes se usan para hidratar los ojos mientras se usan lentes de contacto, aliviando la sequedad.
Tipos de lentillas según sus materiales y vida útil
Dependiendo de los materiales que compongan las lentillas, podemos encontrarlas blandas o rígidas. las primeras son muy cómodas y se suelen adaptar a la mayoría de los pacientes. Son perfectas si necesitas usar lentillas durante muchas horas seguidas. Según el caso, podemos encontrar lentillas blandas con diversos tiempos de vida útil.
Las rígidas, o de gas permeable, son las que más tiempo resisten. Tienen una vida útil que va desde los 6 hasta los 12 meses. Son la opción más común en aquellos pacientes que no se adaptan bien a las lentillas blandas.
En cuanto al tiempo que 'aguantan', las encontramos diarias (blandas, pensadas para usar un solo día y sin mantenimiento); quincenales (blandas pero que se guardan tras el uso, necesitan mantenimiento); mensuales (blandas y más económicas a largo plazo); y de uso prolongado (duras, para 6 meses, y las más rentables de todas).