Las lluvias torrenciales han arrasado gran parte de los cultivos de las comarcas valencianas más golpeadas por la DANA. Muchas fincas son todavía inaccesibles una semana después de que el lodo tiñera de marrón la 'terreta'. El escenario es "dantesco" y las pérdidas, "catastróficas", aunque las asociaciones agrarias advierten de que todavía es pronto para cuantificar los daños. Todo apunta a que se cuentan por miles las hectáreas afectadas y las toneladas perdidas. Cítricos, caquis, hortalizas y viñedos son los cultivos más perjudicados en la Comunidad Valenciana.
"Los caminos, las ramblas, las comunicaciones... Ha quedado todo destruido. Todavía hay muchas parcelas a las que no hemos podido llegar", explica Celestino Recatalá, vicepresidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), que recalca que, ante esta situación, es complicado hacer balance de los daños. "Los daños económicos no se pueden cuantificar aún. Es muy pronto, hay muchas zonas a las que no podemos acceder aún", coincide Carles Peris, secretario general de La Unió Llauradora i Ramadera. "Hemos tenido piedra, hemos tenido viento, hemos tenido inundaciones, lluvias torrenciales... lo hemos tenido todo", añade.
"Podemos estar por encima de las 50.000 hectáreas afectadas en las comarcas centrales valencianas, donde el impacto ha sido muy grave", apunta Peris con prudencia para tratar de dimensionar la catástrofe. La mayor parte del daño se concentra hacia el interior y al suroeste de Valencia capital, concretamente en las comarcas de L'Horta Sud, La Plana de Utiel-Requena, La Hoya de Buñol, La Ribera Alta y parte del Camp del Turia, la Ribera Baja y Los Serranos. El secretario general de la Unió indica a que solo el valor de la superficie agraria asegurada en esas zonas ronda los 150 millones de euros. "Es una auténtica barbaridad", expresa.
En las zonas afectadas por la DANA destaca el protagonismo de los cítricos y, en particular, de la naranja. La Comunidad Valenciana concentra la mitad de la producción de cítricos de toda España. No obstante, no son los únicos cultivos afectados. La Ribera Alta -la zona de Alcira, Algemesí y l'Alcúdia- es la comarca por excelencia del caqui. En las zonas más próximas a Valencia capital -en L'Horta Sud, por ejemplo-, sobresalen las hortalizas y más hacia el norte y hacia el interior peninsular, entra en escena los viñedos y olivares.
En el caso de los cítricos y el caqui, las lluvias torrenciales han caído en el arranque de la recogida. "Estábamos en plena campaña, con unos volúmenes considerables de producción tanto de cítricos como de caquis. Ahora va a haber mucha fruta no apta para comercializar", explica Peris. "Somos conscientes de que la reducción de la producción va a ser importante en la Comunidad Valenciana, y esto disminuye la oferta que podamos tener y que podamos influir en los mercados", añade Recatalá sobre el impacto más inmediato de la DANA.
Suplir las pérdidas
Está por ver si esa reducción de la oferta llegará a notarse en los supermercados con un alza en el precio de los alimentos más afectados, aunque el sector espera que la producción procedente de otras zonas puede suplir las pérdidas. "Es pronto para determinar el impacto sobre el abastecimiento de los supermercados o sobre los precios. Hoy en día, teniendo tantas zonas productoras y un mundo tan globalizado, muchas veces el impacto no se percibe tanto", señala Peris. "Va a haber una parte importante de fruta y hortalizas que no van a ser comercializables, pero hay otras zonas productoras que no han sufrido el impacto de la DANA y podrán seguir suministrando con normalidad", añade, apuntando a que el mayor impacto sobre los precios podría darse en el caqui, al tratarse de un cultivo muy localizado en la región afectada.
"Aunque las inundaciones hayan afectado gravemente a una zona, la producción de alimentos siempre se evalúa con respecto al total del territorio productivo y en este caso el daño, aunque extremadamente severo, está muy concentrado", valora Ximo Aguilella, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL), que señala que tanto la producción como la distribución de alimentos en España está muy diversificada. "Ni el producto fresco ni el elaborado ni la distribución de alimentos dependen de un único punto de suministro. Esto se traduce en que, aunque ciertos cultivos, industrias o almacenes puedan verse afectados, el impacto en el actual contexto es controlable", añade, al mismo tiempo que recuerda que España produce más alimentos de los que consume y, por tanto, cuenta con un "colchón de seguridad" ante eventos adversos como la DANA de la última semana.
Desde el COIAL llaman a la "calma" a la ciudadanía y remarcan que el funcionamiento del sistema alimentario está "garantizado", a la vez que llaman a "consumir con normalidad sin hacer acopio innecesario". "En las zonas devastadas es evidente que no puede haber una provisión normal de alimentos, pero hay alimentos suficientes para toda la población, así que en el momento que se pueda acceder, la comida llega a las personas de una forma u otra", recalca Aguilella. "Podemos estar muy tranquilos con nuestro sistema alimentario. Es algo que hemos visto de una forma clara y evidente durante la pandemia por covid", insiste.
Empezar de nuevo
Los agricultores advierten de que las consecuencias del temporal no son solo a corto plazo. "Tenemos el problema de la inundación en caquis y en cítricos, que con el tiempo pueda hacer perder los árboles, no solo la producción", subraya el vicepresidente de AVA-Asaja. La afectación de las plantaciones es precisamente el problema en el caso de los viñedos, donde fincas completas han quedado arrancadas por el arrastre de las vides conectadas entre sí. "Hay campos que van a tener que transformarse. La magnitud del arrastre del suelo y del arranque de árboles o vides es tal que van a tener que volver a empezar de nuevo. Estamos hablando de cuatro o cinco años para volver a recuperar la producción", lamenta el secretario general de la Unió.
Para salir adelante, los agricultores reclaman agilidad en el cobro de los seguros, aunque reconocen que la labor de peritaje para evaluar los daños no va a ser sencilla. "Agroseguro tiene que reforzar todas las peritaciones para que llegue la cuantía económica lo antes posible al bolsillo del productor", pide Peris, que llama a que se tenga en cuenta al sector agrario en las ayudas que se habiliten con la declaración de zona catastrófica prevista para este martes. "Tenemos mucho que reparar en infraestructura agraria y muchísima inversión. Esperemos que no se olviden de los productores", reclama.
"Ahora muchos de los productores de las zonas afectadas o de las comarcas vecinas están centrados en labores dentro de las poblaciones: recogiendo barro, cargando escombros, ayudando con los tractores a quitar vehículos...", explica Peris. Y es que los agricultores se han volcado con sus vecinos, con decenas de tractores llegados desde localidades vecinas, como las zonas arroceras, L’Horta Nord, el Camp de Morvedre e incluso desde Castellón. "A medida que las zonas urbanas vayan mejorando, luego también habrá que ayudar al campo", agrega el secretario general de la Unió.
En ese horizonte, Peris mira a los frutos que se han salvado de la DANA y todavía pueden ser recolectados. "Hay zonas donde se podrá aprovechar algo de fruta, pero está habiendo dificultades de acceso. Hay que intentar recuperar las infraestructuras", señala. "Es necesario restablecer todas las vías de comunicación para poder acceder a nuestras parcelas. Y, por supuesto, necesitamos ayudas, porque si no, es imposible. No solo hemos perdido las cosechas, ha habido destrozos en los sistemas de riego, en la maquinaria, en las naves...", concluye Recatalá.