Uno de los mayores desafíos logísticos en los días posteriores a la catástrofe que ha asolado hasta seis comarcas valencianas en forma de inundaciones ha sido la retirada de los miles de enseres que fueron poblando sus calles. Muebles, electrodomésticos y toda clase de objetos voluminosos fueron sacados de las casas a la vía pública, donde empezaron a acumularse junto al barro. Fue otro aluvión que, además de visualizar las ingentes pérdidas sufridas, suponía un obstáculo físico para que los vecinos pudieran acceder a sus calles y viviendas.
Para su recogida se activó un grupo especial que, hasta el momento, ha contabilizado 75.000 toneladas de enseres, según ha trasladado la Conselleria de Medio Ambiente durante la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) de este domingo. La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha ofrecido la medida de esta cifra con una comparación: "Solo en la ciudad de Valencia en todo un año se extraen 12.000 toneladas" de residuos, ha expuesto, lo que significa que el volumen retirado desde el 29 de octubre en las zonas afectadas sería el equivalente a algo más de seis años en la capital de la provincia. "Ya vemos cómo las calles empiezan a recuperar su fisonomía, pero queda mucho por delante", ha reconocido la representante del Ejecutivo central.
Otra de las actuaciones es la extracción de los lodos y la limpieza de alcantarillados, en la que, ha afirmado la directora general de Prevención de Incendios Forestales y portavoz del Cecopi, Rosa Tourís, "trabajan hoy sobre el terreno 130 camiones cuba, tras la incorporación de un nuevo contingente de Marruecos y 12 camiones de la Comunidad de Madrid".
Inventario patrimonial
El Ayuntamiento de Valencia, va a inspeccionar y comprobar el estado de los bienes protegidos en sus pedanías de la Torre, el Forn d’Alcedo y Castellar-l’Oliveral, para valorar inicialmente las consecuencias que las inundaciones han producido en ellos. Se trata de edificios y bienes muebles patrimoniales como alquerías o barracas, y el objetivo de las visitas de evaluación es establecer la urgencia de las actuaciones necesarias. Además, la acción prevista servirá también como toma de datos para poder planificar correctamente las líneas de actuación. "Ya se conoce que algunos bienes, como es el caso de la barraca de Llop o la de Cucala, se encuentran en mal estado", ha avanzado el concejal de Cultura, José Luis Moreno.