Si algo quedó claro con la visita de Feijóo de la semana pasada es que quiere erigirse también como defensor de la causa valenciana. El presidente de los populares eligió el día en que Sánchez iniciaba su particular homenaje a la Transición para dejar claro que mientras uno está con el pasado, él está con los valencianos. Esa fue su intención cuando presentó en Valencia su proposición de ley de ayudas a los afectados por la riada. Que en Madrid el PSOE y Compromís se retraten por sí solos cuando voten, y que el PP pueda explotar electoralmente el "abandono" de Moncloa, tanto en la Comunitat como en el resto de España.
Muy mal deben de haber visto el asunto en Génova para que el presidente de los populares se acercase a la zona de la DANA para presentar el nuevo plan que llevará al Congreso. Alguien con buen juicio debió de decirle a Feijóo que los militantes valencianos no sienten la presencia del partido, ni los votantes a su líder nacional. Que por encima de Carlos Mazón está el PP y que abandonar al president a su suerte (o mala suerte) es desmovilizar a los votantes y perder una de las plazas más importantes de España. No todo se puede fiar a dos años vista; las urgencias de Madrid son distintas de las de nuestra Comunitat.
La visita demostró asimismo que el presidente de los populares mantiene una estudiada distancia con Mazón. Cuando decidió visitar la zona por sí solo, sin prensa y, sobre todo, sin el president, dejó claro que no quería que algún incidente desagradable se identificase con su persona. En muchos mentideros se entendía este gesto como una sentencia. Quizás por ello cuidó el gallego su intervención ante los líderes valencianos de su partido y elogió la valentía de Carlos Mazón por dar la cara y vincular su futuro a la reconstrucción. La pregunta de muchos es si se retrasará o no el congreso regional del partido previsto para este año.
