Un tribunal de Italia argumentó este lunes "motivos humanamente comprensibles" en el doble asesinato cometido por un hombre que mató a su mujer y a su hijastra en 2022 y que ha sido condenado a 30 años de prisión y no a cadena perpetua, como pedía la Fiscalía, en un fallo que ha causado estupor.
La sentencia emitida por el Tribunal Penal de Módena (norte de Italia) sostiene que Salvatore Montefusco, de 70 años y sin antecedentes, "nunca habría perpetrado delitos de tal gravedad si no se hubiera visto impulsado por la dinámica familiar nociva que había surgido con el tiempo", informaron medios locales.
La decisión judicial ha causado mucha polémica y un enorme rechazo por parte de juristas y miembros de la clase política italiana, que mostraron su malestar por el hecho de que el acusado no fuera condenado a cumplir cadena perpetua.
En junio de 2022, Montefusco mató a tiros a su esposa, Gabriela Trandafir, de 47 años, y a la hija de esta, Renata, de 22, en la localidad de Cavazzona di Castelfranco Emilia (Módena) donde vivían.
Los jueces reconocen en la sentencia hubo circunstancias agravantes, como la relación matrimonial y que el delito se cometiera delante del hijo menor de ambos, pero descartaron otros elementos de gravedad como premeditación, haber actuado con crueldad y motivos abyectos y fútiles, que de ser admitidos habrían supuesto la cadena perpetua solicitada por la Fiscalía.
De acuerdo con prensa, todo se produjo en un momento en que el matrimonio estaba al borde del divorcio.
Atribuible a un estado "de profundo malestar"
El tribunal alega que el asesinato debe atribuirse al "estado psicológico de profundo malestar, humillación y enorme frustración que experimentó el imputado por el clima de altísima conflictividad que se creó en el seno de la relación conyugal, y a la posibilidad concreta de que él mismo tuviera que abandonar el hogar familiar".
Montefuscó tuvo "un apagón emocional y existencial" cuando se le comunicó que tendría que dejar la casa familiar", lo que le llevó "a correr a buscar el arma" para matar a la mujer y su hijastra, dicen los jueces.
Y añaden que han tenido en consideración el hecho de que confesara el asesinato, su adecuada actitud en el proceso "y la situación que se creó en el entorno familiar y le indujo a cometer el trágico hecho".
Críticas a una sentencia "patriarcal"
Se trata de "elementos muy cuestionables y ciertamente preocupantes que, de consolidarse, correrían el riesgo no sólo de producir un retroceso en la ya antigua lucha para poner fin a los feminicidios, sino también de abrir una brecha en los fundamentos que rigen nuestro ordenamiento jurídico", dijo la ministra de Familia, Eugenia Roccella.
"Es como decir que la esposa víctima, al pedirle a su esposo que se fuera de casa, de alguna manera causara su reacción violenta", y "los abusos previos no se tienen en cuenta", asegura la senadora progresista Valeria Valente, que integra la comisión sobre feminicidios y para quien el fallo revela "una disposición de manual del patriarcado" y rebaja la violencia contra las dos mujeres asesinadas a un conflicto familiar.
También la líder en la Cámara de Diputados de Alianza Verdes-Izquierda, Luana Zanella, condenó el fallo: "No entendemos que hay que entender en la masacre imparable de mujeres por la violencia masculina, salvo que hay mucho trabajo por hacer para romper los sedimentos de la cultura patriarcal".