Quedan pocas horas para ver a Starship despegar desde las instalaciones Starbase de Boca Chica (Texas, Estados Unidos). La octava prueba de vuelo está programada para este lunes 3 de marzo a las 00:30 hora española peninsular, aunque, en un principio, dicho lanzamiento estaba previsto para el pasado viernes 28 de febrero.
Sin dar a conocer el motivo del retraso, SpaceX tiene previsto cumplir con los objetivos que no se alcanzaron en la prueba anterior, debido a que la nave Starship se perdió al comienzo de su séptimo vuelo. No obstante, la compañía aeroespacial de Elon Musk también se centrará en desplegar la carga útil del cohete y, como no, capturar al propulsor Super Heavy con los brazos mecánicos de la torre Mechazilla.
Para lograr todos estos objetivos, SpaceX ha mejorado los flaps delanteros de Starship para reducir su exposición al calor de reentrada, ha añadido un rendimiento adicional al sistema de propulsión del cohete, e incluso ha sometido a la aviónica a un rediseño completo.
Objetivos de la octava prueba de vuelo
Starship desplegará cuatro simuladores Starlink, como el primer ejercicio de una misión de despliegue de satélites. Además, está previsto que el cohete vuelva a encender un solo motor Raptor mientras está en el espacio, teniendo en cuenta que, durante la fase de reingreso, el cohete disminuirá su velocidad supersónica y provocará explosiones sónicas audibles en el área alrededor de la zona de aterrizaje.
Por otro lado, durante la octava prueba de vuelo se incluyen las siguientes novedades: múltiples baldosas metálicas probarán materiales alternativos para proteger al cohete durante el reingreso, en los costados del vehículo se han instalado versiones no estructurales de los accesorios de captura de Starship para probar su rendimiento térmico, varios sensores de radar se probarán para aumentar la precisión entre Mechazilla y Super Heavy, e incluso se incluye un ordenador de vuelo más potente junto a una distribución de energía y baterías inteligentes.
"Las pruebas son impredecibles"
Ante la explosión de Starship en el séptimo vuelo, SpaceX empezó a investigar qué pudo pasar y, recientemente, reveló que los incendios en la sección de popa hicieron que "todos los motores menos uno ejecutaran secuencias de apagado controlado", provocando una pérdida de comunicación.
También, la compañía de Musk agregó que el sistema de seguridad activó su autodestrucción cuando la tripulación de tierra perdió el contacto con la nave, además, una fuga de propulsor "excedió la capacidad de ventilación del área del ático de la nave y provocó incendios sostenidos".
Ante este incidente, SpaceX afirma en un comunicado que "las pruebas de desarrollo son, por definición, impredecibles": "Si ponemos el hardware de vuelo en un entorno de vuelo con la mayor frecuencia posible, podemos aprender y ejecutar rápidamente cambios de diseño mientras buscamos poner en línea Starship como un vehículo completamente reutilizable y de rápida recuperación".
Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las últimas noticias sobre tecnología.