Con la guerra de Ucrania, de cuyo inicio ya se han cumplido tres años, los países miembros de la OTAN han tenido que vigilar con especial celo la actividad marítima rusa, especialmente en el mar Báltico. Eso ha hecho que haya aumentado la tensión al paso de cualquier barco de bandera o intereses rusos. El último capítulo ha ocurrido en aguas británicas, donde acaban de rastrear no un mercante ruso sino un buque de guerra.
La Royal Navy rastreó un barco de guerra de Rusia a través del Canal de la Mancha y el Mar del Norte. Según ha explicado la Marina Real Británica, la fragata Somerset completó una operación de tres días de vigilancia de un buque de guerra ruso que escoltaba a un carguero.
El buque ruso rastreado era la corbeta Boikiy y escoltaba al mercante Baltic Leader. El carguero hacía ruta desde Siria a través del Canal de la Mancha y el Mar del Norte. La operación comenzó el sábado, cuando el buque de guerra ruso se dirigió hacia el sur a través del Canal de la Mancha para encontrarse con el mercante y escoltarlo de vuelta a Rusia.
Al parecer, el Baltic Leader transportaba un cargamento de material militar procedente de la base naval rusa de Tartus, que está siendo evacuada tras la rescisión del contrato de Moscú con las nuevas autoridades de Damasco. Según The Times, la tripulación de la corbeta Boikiy iba armada con ametralladoras.
El Somerset trabajó en colaboración con aviones de patrulla británicos y fuerzas aliadas de la OTAN durante la operación. El buque utilizó su sistema de radar para informar de los movimientos y también se lanzó un helicóptero Merlin de su escuadrón aeronaval para recabar información desde el cielo.
La escolta no fue nueva para el Somerset, que, según explicó su oficial al mando, el comandante Joel Roberts, "ya ha llevado a cabo estas operaciones en varias ocasiones". El rastreo tuvo lugar dos semanas después de que la Armada británica vigilara a cinco buques, entre ellos tres mercantes, cuando navegaban hacia un puerto ruso del Báltico desde Siria.
Una naviera rusa que ya fue sancionada
La Royal Navy ha difundido imágenes de los dos barcos rusos, el carguero y la corbeta. La BBC las ha analizado y ha confirmado que el Baltic Leader atracó en Tartus el 1 de febrero. En ese momento, su rastreador de acceso público estaba desactivado, según el sitio de rastreo de buques MarineTraffic. Aunque no es posible ver qué transporta el carguero, las imágenes muestran varios contenedores y otros objetos en el muelle cercano, según detalla el medio británico.
Según la base de datos marítima Equasis, el propietario del Baltic Leader es la naviera rusa MG-Flot LLC, que ya fue sancionada por el Gobierno británico tras ser acusada de ayudar a Rusia a desestabilizar Ucrania. En 2022, el buque también fue sancionado por Estados Unidos por sus vínculos con la banca rusa Promsvyazbank, entidad en el punto de mira de EEUU y los países europeos tras la invasión rusa de Ucrania.
