Aunque las elecciones presidenciales de Estados Unidos se celebran este 5 de noviembre, el resultado oficial tardará en conocerse días: esa labor corresponde a las juntas electorales, y en última estancia al Colegio Electoral, varias semanas después de los comicios: es entonces cuando certifican los resultados y declaran a un ganador, que se convierte de manera oficial en presidente electo.
¿Qué ocurre entre el final de las elecciones y la certificación oficial? Legalmente, no hay un ganador hasta que lo decrete el Colegio Electoral, pero desde hace más de un siglo, los medios de comunicación juegan un papel esencial en el proceso electoral con sus "proyecciones", proclamando ante la opinión pública al ganador de las elecciones. ¿Significa esto que los medios dicen quién ha ganado? ¿Es algo oficial?
Adelantar el ganador, una tradición que se remonta a finales del siglo XIX
En las elecciones estadounidenses entran en juego muchos factores: diferentes husos horarios, procedimientos de recuento diferentes para cada estado... lo que hace que el recuento sea un proceso realmente lento. Aunque todos los delegados de los estados confluyen en el Colegio Electoral, pasan semanas hasta que el órgano decisivo se reúne en Washington.
Sin embargo, a finales del siglo XIX, la agencia de noticias AP inició una particular tradición: a través del contacto permanente por telégrafo con todas sus delegaciones, AP "proyectó", con todos los datos de los que disponía por encuestas a pie de urna y datos parciales de recuento, que el candidato whig Zachary Taylor sería el nuevo presidente de Estados Unidos tras los comicios de 1848, tal y como ocurrió.
Este precedente selló una tradición a mitad de camino entre responsabilidad implícita y espectáculo mediático: poco a poco y con el desarrollo de la radio y la televisión especialmente, los medios asumieron un papel de servicio público al realizar estas proyecciones y ofrecer a la ciudadanía un ganador, siempre primando la meticulosidad frente a la especulación.
Los medios "proyectan" un ganador antes del recuento
Actualmente, y gracias a una combinación entre recuentos parciales en directo, encuestas a pie de urna, modelos de predicción a partir de tendencias históricas y una extensa red de corresponsales en la mayoría de los condados, los medios de comunicación siguen con esta función que ya es una tradición más de las noches electorales de Estados Unidos. De hecho, durante décadas grandes cadenas como la ABC, la CBS, la CNN y la NBC forman parte del consorcio National Election Pool para combinar recursos y ser más precisos en esta labor, aunque la decisión final de proyectar ganador o no es de las propias cadenas.
Pero, ¿esto tiene alguna validez legal? En absoluto. En la práctica, los medios ofrecen una estimación de quién ganará, e históricamente esta predicción es muy alta, pero únicamente el resultado del recuento es legal. De hecho, en el año 2000, muchos medios proyectaron a Al Gore como ganador para acabar por desdecirse ante lo ajustado del recuento, que acabaría convirtiendo en presidente a George W. Bush.
Un papel simbólico no exento de polémica
La opinión sobre el papel de los medios de comunicación en las elecciones estadounidenses no está exento de polémica: sus partidarios lo ven como un servicio público a la ciudadanía y una salvaguardia de la certidumbre y de la limpieza de las "reglas del juego" electoral. Sus detractores ven un gran peligro en que los medios asignen ganador antes de que sea oficial por la enorme influencia de esta decisión en la opinión pública, especialmente en un contexto de polarización como el que se da en la actualidad: muchos ciudadanos podrían ver como ganador a un candidato que en realidad no lo es y sentir como 'les roban' esa victoria, en realidad inexistente, en el recuento.
En cualquier caso, este papel de los medios no deja de ser una cuestión simbólica, lejos de cualquier consideración oficial o legal: el Colegio Electoral es el encargado de certificar los resultados de los estados y de nombrar a un nuevo presidente.