El duelo de la UEFA Nations League entre Francia e Israel lleva semanas señalado en rojo en el calendario por los posibles altercados que podían producirse en el Stade de Francia. El amplio dispositivo de seguridad lo ha evitado durante la previa, pero las autoridades han tenido que intervenir dentro del estadio con el partido en juego para cortar un conato de pelea en un recinto prácticamente vacío.
Apenas 13.000 personas asistieron al encuentro entre galos e israelíes, la peor entrada de la historia del estadio parisino en un partido de Les Bleus. La asistencia fue muy baja, pero ello no evitó pitos y abucheos en el momento en el que la megafonía hizo sonar el himno del combinado visitante.
Poco después se produjo un conato de pelea en la zona de la grada en la que se concentraba la escasa afición visitante. Fue abortado por las fuerzas de seguridad sin que el partido llegara a detenerse.
Así, más allá de las manifestaciones pacíficas y todavía con el partido en juego, el dispositivo de seguridad desplegado ha cumplido con las expectativas para un duelo de riesgo extremo por el contexto político.