No hay suficientes puntos de recarga de vehículos eléctricos y, los que hay, están saturados. Estas son algunas de las ideas y la "desinformación" que rodean la movilidad eléctrica, que contribuyen a disuadir a los usuarios de cambiar sus vehículos de combustión y contra las que el Gobierno y Red Eléctrica ultiman sendas medidas encaminadas a cuestiones tan prácticas como saber en qué puntos de la carretera hay infraestructura de recargas y conocer de antemano si funcionan. Tienen la particularidad de que no se dirigen tanto a quienes ya tienen un coche eléctrico como a quienes no, para vencer sus reticencias.
La primera medida está encaminada a hacer obligatoria la implantación obligatoria de señales en carretera y en vías urbanas que informen de la proximidad de un punto de recarga. Hasta ahora solo es voluntario y los operadores -por ejemplo, gasolineras convertidas también en 'electrolineras'- pueden implantar las señales que en 2022 acordó la Dirección General de Tráfico, que indican la existencia, según el caso, de "surtidores de carburante y estación de recarga eléctrica", "estación de recarga eléctrica" o "surtidor de carburante, GLP y estación de recarga eléctrica".
La obligación de que todos los operadores -estaciones de servicio, superficies comerciales o cualquier otro lugar donde exista posibilidad de cargar un coche eléctrico- corran con el gasto de poner señales para informar de que a una determinada distancia hay una infraestructura de recarga figura en la Orden de Circular sobre "Señalización de estaciones de recarga eléctrica" que el sector afirma que está ultimando el departamento de Óscar Puente. Allí también deberá determinarse, por ejemplo, a qué distancias deben ubicarse del desvío hacia la infraestructura. Por ejemplo, en Portugal esto ya es obligatorio y debe señalizarse a 30, 20 y 10 kilómetros.
La Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) estima que esta normativa es "inminente" después de una última reunión en junio con el Ministerio, en la que trasladó, no obstante, que les gustaría que la señal de infraestructura de recarga eléctrica no apareciera asociada a surtidores de carburante y GLP. "Debería estar desagregada de la información del resto de suministros basados en la combustión, haciendo más visible aún su información y potenciando el carácter promocional e incentivador que impulse en definitiva la adquisición de vehículos eléctricos", dicen en AEDIVE.
En todo caso, el sector celebra que en breve sea obligatorio dejar claro en carretera de dónde están los puntos de recarga, no tanto para informar a quien conduce un coche eléctrico y dispone de esa información en el navegador, sino a quienes todavía no tienen uno y dudan ante la idea de que no hay suficientes puntos de recarga. La AEDIVE asegura que es un "bulo" más como los que rodean a la movilidad eléctrica y alejado de la realidad.
Precisamente, la asociación ofreció este jueves datos actualizados de cuántos puntos de recarga de coche eléctrico hay. A finales de septiembre, había 37.136 puntos de recarga, un 35,4% más que a cierre de septiembre de 2023. Según datos de AEDIVE, en el tercer trimestre 2024 se han puesto en marcha 3.031 puntos públicos, con una media de 1.010 equipos al mes, el mayor dato interanual de toda la serie histórica. Las comunidades donde más hay son Madrid, Cataluña y Andalucía y ASEDIVE subraya que el mayor incremento de nuevas infraestructuras se ha producido en aquellas más potentes, con un 126% más en las de 50 kW a 250 kW y un 48% más de los que superan los 250 kW. Son capaces de cargar las baterías de los coches eléctricos a más velocidad y los que "eliminan la ansiedad de autonomía en el usuario".
El "mensaje" que el sector quiere que se traslade con esta obligación de señalizar es para contrarrestar la "información muy negativa y falseada" a la que ha estado sometida la movilidad eléctrica, afirma Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE, en buena medida relacionada con que no hay dónde recargar un coche eléctrico, más cuando ya se avista un cambio del perfil de la persona que se compra uno.
"Hasta ahora, la mayoría eran geeks'", personas muy interesadas por las nuevas tecnologías o la innovación, explica Pérez de Lucía, que añade que esto está cambiando. "A partir de ahora, es el resto de la ciudadanía, que s mueve por otros intereses, por el precio, la seguridad y las garantías y es de esta otra percepción de lo que hay que informar".
Cargadores disponibles
Una vez que el usuario de un coche eléctrico -o uno que se lo esté pensando- sabe que en un determinado sitio hay un punto de recarga, sería conveniente que cuando llegue allí no se lo encuentre averiado o saturado de conductores. Para evitar la imágenes como la que en Semana Santa mostraba colas de Teslas en una estación de servicio en la A-3, también se espera que Red Eléctrica tenga "cuanto antes" el mandato que le dio el Gobierno en junio de este año para que creara un sistema de información dinámico de puntos de recarga eléctrica de acceso público. Debe ofrecer datos a tiempo real de la disponibilidad de los puntos de recarga y, en principio, también de los precios de la electricidad en cada uno de ellos, aunque desde AEDIVE se pone en duda, en línea con la inexistencia tan extensa de una información de ese tipo sobre carburantes.
Este sistema de información "dinámico" convivirá con el sistema "estático" que gestiona el Ministerio de Transición Ecológica que ofrece información sobre la dirección y el horario de cada infraestructura de recarga, su accesibilidad, la potencia máxima, los métodos de pago disponibles o el tipo y modo de carga de cada conector. El mandato a Red Eléctrica es para que ofrezca información sobre si el cargador está efectivamente disponible, el precio de la electricidad o del servicio de recarga.
