Ocho meses para un examen que aún no existe: la comunidad educativa, en pie de guerra ante la nueva Selectividad

Hace un mes que empezó el curso y ni los profesores ni los estudiantes de segundo de Bachillerato saben todavía cómo será el examen de acceso a la universidad. La nueva Selectividad aprobada por el Gobierno en junio tenía que acabar de concretarse en cada comunidad autónoma, pero, a ocho meses de que los estudiantes se sometan a la prueba, solo Galicia y Castilla-La Mancha han publicado el nuevo modelo. La situación ha generado una sensación de inquietud e incertidumbre entre el alumnado español, que no sabe qué tiene que estudiar concretamente; y entre los docentes, sin guía para impartir las materias en las aulas.

Lo cierto es que la reforma de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) —como ha pasado a denominarse otra vez— ha sido, desde el principio, un tema farragoso. Ya en la anterior legislatura, el Ministerio de Educación definió un borrador de examen mucho más competencial, más práctico, que implicaba un cambio considerable con respecto a las pruebas habituales que se habían estado llevando a cabo en el país. Se llegó a hacer hasta una prueba piloto en varios institutos del territorio nacional, pero finalmente, con el adelanto electoral de 2023, el departamento dirigido por Pilar Alegría aplazó la aprobación de una nueva selectividad que mandata la Lomloe.

Casi un año más tarde de lo previsto, el Ejecutivo dio luz verde a la nueva prueba a la que tendrán que someterse los estudiantes españoles en 2025. El Consejo de Ministros aprobó en junio el modelo vertebrador que tendrán que tener los exámenes, con estructuras, características básicas y criterios de corrección mínimos comunes para todo el territorio. Además, si hasta ahora se daba la posibilidad de elegir dos opciones por prueba, en la próxima Selectividad ya solo habrá un único modelo de ejercicio por cada materia, aunque los estudiantes sí que podrán elegir entre varias preguntas o tareas.

Pero ese documento es simplemente la base sobre la cual luego las consejerías y las universidades debían adaptar las concreciones curriculares de cada comunidad. Cuatro meses después, solo lo han hecho dos. El resto tiene previsto hacerlo a partir de la próxima semana. Las comunidades del PP, por ejemplo, ya han avanzado que darán a conocer los detalles de la prueba el 17 de octubre y que, en línea con lo que vienen defendiendo los de Feijóo, tendrá la misma estructura y los mismos criterios de evaluación en los 12 territorios en los que gobiernan.

El resto de autonomías no han especificado mucho más. "Conscientes de la inquietud que ha manifestado el alumnado", Castilla y León publicó este mismo viernes un documento con algo de información sobre la nueva PAU, relativa a los criterios de corrección generales y a la estructura del examen. También el Gobierno de Canarias quiso lanzar un mensaje de "tranquilidad" a los estudiantes, en un comunicado en el que anunciaban que las reuniones de coordinación comenzarían el lunes para que los nuevos modelos se fueran publicando "a lo largo del mes de octubre". Navarra dijo que esperará al cierre de plazo de sugerencias que vence el 29 de octubre, y Cataluña que confía en que "a finales de mes" ya estén listos.

Lo harán, además, después de que los rectores hayan consensuado una propuesta de mínimos sobre las "orientaciones de materias de acceso y admisión", en la que propusieron una penalización de máximo dos puntos por faltas de ortografía o faltas de coherencia en el texto y optaron por una homogeneización de los exámenes, que sugirieron que se celebrasen en todos los centros la primera semana de junio.

Más de un mes esperando con "estrés" y "ansiedad"

Ante ese retraso, miles de estudiantes de Bachillerato, Formación Profesional (FP) y Secundaria salieron a las calles este viernes a protestar por la "incertidumbre", el "estrés" y la "ansiedad" que les está provocando no saber cómo va a ser un examen que determinará su acceso a la universidad y, por ende, su futuro. El Sindicato de Estudiantes convocó una huelga general y una treintena movilizaciones por todo el país, con una amenaza: si el próximo lunes 14 de octubre no está publicada la nueva PAU, habrá otra huelga estudiantil el 18 de octubre.

"La PAU nos ghostea", "Nuestro futuro no es un juego" o "Estudiando para un examen que no existe" son algunas de las insignias que se leyeron en las pancartas de los jóvenes, que consideran una "tomadura de pelo" no saber qué temarios van a caer en las pruebas de junio.

"Rechazamos esta falta de transparencia, primero, por el alumnado. Están preparando la selectividad, es además una prueba en la que trabajan mucho y necesitan saber las normas, las reglas del juego", denuncia a 20minutos la secretaria general de Enseñanza de CCOO, Isabel Galvín. Según la portavoz del sindicato, esa inquietud también la están sufriendo los profesores, expuestos a la incertidumbre y a una "indefinición" que hace que estén "muy incómodos, inquietos y molestos" porque, incide, "necesitan saber cómo será la prueba".

El Gobierno pide "tranquilidad"

Mientras tanto, el Gobierno ha hecho un llamado a la calma hasta que las consejerías vayan publicando sus respectivos modelos. La portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, Pilar Alegría, pidió el viernes "tranquilidad" a los estudiantes, a quienes recordó que "en años anteriores" esos modelos llegaban a los centros educativos en los meses de enero y febrero. En una visita a una guardería en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), Alegría aseguró que la información que el ministerio tiene de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) "es que ya se están poniendo en marcha estos modelos".

También la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, expresó su "empatía" con el alumnado de Bachillerato en un curso "tan importante" como es el previo a la universidad. "Es verdad que con los cambios que ha habido con la prueba de la PAU todavía hay flecos por resolver", reconoció en una rueda de prensa desde Valencia, donde sí aseguró que, después del trabajo del Gobierno, ahora está "en el tejado de las comunidades autónomas" el establecer sus respectivos exámenes. "Instamos y animamos a las autonomías a repartir los modelos de prueba cuanto antes para que el profesorado y el alumnado tengan certeza de a qué tipo de prueba se van a tener que enfrentar. Ojalá sea cuestión de días y los alumnos estén con las certezas necesarias para afrontar un momento importante en sus vidas", subrayó.

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