Decenas de miles de personas toman el centro de Madrid en contra de los precios de la vivienda: "Nos están echando de la ciudad"

Gran movilización por una vivienda digna. Decenas de miles de personas se lanzaron a las calles en un domingo nublado en Madrid para protestar por la delicada situación que atraviesa el acceso a la vivienda en España. Unos 150.000 manifestantes, calculan los organizadores (22.000 según Delegación del Gobierno) recorrieron las principales arterias madrileñas para exigir soluciones a un problema que ocupa los primeros puestos en las preocupaciones de los españoles, especialmente los jóvenes.

Los manifestantes respondían a una convocatoria impulsada por medio centenar de asociaciones vecinales, sindicatos de inquilinas, plataformas por la vivienda y el alquiler, la sociedad civil en general e incluso organizaciones ecologistas. Entre las reivindicaciones, regular los precios del alquiler, ampliar la ley de vivienda, aumentar los alquileres sociales, el fin de los pisos turísticos e incluso un llamamiento a impagos en la renta como protesta por la tensa situación que se vive en las grandes ciudades.

La marcha arrancaba a las 12.00 h del mediodía en Atocha, pero todavía una hora después, centenares de manifestantes seguían bajando hacia la glorieta de Carlos V para unirse a la protesta. "Se alquila cuchitril: 1.200 euros al mes", "se alquila: ansiedad" o "de Madrid al suelo", eran alguno de los lemas que se podían leer en las pancartas que se abrían paso entre el encapotado cielo madrileño. Cientos de manifestantes agitaban al aire las llaves de sus casas en una de las imágenes más simbólicas de la jornada.

"La vivienda es un derecho, no un negocio", coreaban los asistentes, en su gran mayoría jóvenes, que se quejan de que no son capaces de encontrar vivienda y, cuando lo consiguen, tienen que afrontar un alquiler que apenas les deja margen para gastar. Comprar una vivienda en una gran ciudad como Madrid les parece, en la mayoría de los casos, directamente una quimera.

"Mi pareja y yo estamos buscando piso. Estamos los dos trabajando con un sueldo digno y no te puedes permitir nada. Es una vergüenza que esta situación se siga dando. Por mucho que busques en tu mismo barrio, que no piensas que el alquiler vaya a estar tan caro, los precios siguen subiendo", se queja Eva, de 24 años, que ha acudido a la manifestación con su amiga Cristina, de la misma edad. ¿Hacen las autoridades lo suficiente? "La situación requiere un golpe en la mesa. Hemos llegado a un punto que ni vivienda, ni alquiler ni nada", sentencia Cristina. "Gente que estaba en el Gobierno y que prometía muchas cosas, no veo que estén haciendo mucho", opina Cristina.

"No tengo acceso a comprarme una vivienda. No tengo dinero ni para dar una entrada ni para acceder. Vivo a 30 km de Madrid al sur y eso que soy de aquí. Por suerte teletrabajo. Si tuviese que venir a la oficina tardaría hora y media. Tengo salario por encima de mis amigos y en Madrid es imposible", señala Carlos, de 32 años. Este manifestante reclama que cese la especulación "con los estudiantes y con las personas que éramos de aquí". "Nos están echando a ciudades dormitorio", se queja.

El principal blanco de los manifestantes eran los especuladores o los fondos buitre, pero también se han dirigido críticas a las autoridades nacionales, autonómicas y locales. Reproches que han llegado incluso desde los partidos en el Gobierno.

En el ámbito de la política nacional, Sumar ha aprovechado la ocasión para cargar contra el ala socialista del Gobierno. El portavoz de la formación en el Congreso, Íñigo Errejón, ha pedido directamente la dimisión de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez. "La Ministra de Vivienda ya no puede no hacerse cargo de este clamor social", publicaba en la red social X el portavoz parlamentario de la formación.

El Ejecutivo también ha recibido reproches de Podemos, uno de sus socios parlamentarios. "Hay un Gobierno en el que solo manda Sánchez y que no se toma en serio la lucha por la vivienda digna", señalaba Ione Belarra, líder de la formación morada, que ha participado en la protesta.

"Estamos mirando para irnos a vivir a Cuenca"

"Vivo de alquiler con mi pareja. Pagamos 1.100 euros por un piso de 50 metros. Ahora mismo estoy trabajando, pero a 30 horas semanales. Me dejo, fácilmente, un 65-70% de mi sueldo en el alquiler", cuenta a este periódico Mario, trabajador de 30 años en un vivero y residente en la capital. "Queda poco margen para pagar algo más que el alquiler", añade. "No puede ser lo que se está pagando por vivir en trasteros", sentencia.

En algunas situaciones, los altos precios de la vivienda y el alquiler están llevando a que los trabajadores se planteen salir de la ciudad. Es el caso de Miguel (36 años) y Belén (34), que llevan 10 años viviendo juntos en la capital. Actualmente pagan 1.100 euros al mes, pero temen que cuando venza su contrato dentro de dos años, su casero (una gran empresa) les vuelva a subir el precio. "Somos responsables, ponemos el 35% de nuestro sueldo, pero con eso no se ahorra. Vives al día", señala Miguel.

Una alternativa sería comprar, pero con los precios de Madrid ni se lo plantean. "No es decente pagar 350.000 euros por un pisucho cuando en Cuenca por ese precio tienes un chalet de 350 metros cuadrados. No tiene ningún sentido, en Madrid te están echando de la ciudad", declara Miguel, que señala ahora a su pareja. "Ella es funcionaria, estamos mirando para irnos a Cuencia a vivir allí porque está un poco más barato y se puede permitir un poco más la vida", zanja.

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