Seguridad Social, sindicatos y empresarios se han reunido este lunes para formar el grupo de trabajo sobre incapacidad temporal (el término técnico para hablar de bajas laborales). Un cónclave en el que el departamento que dirige Elma Saiz ha aprovechado para plantear a los agentes sociales su propuesta de "reincorporaciones flexibles" al trabajo. Este planteamiento ha levantado ampollas en Sumar y no gusta tampoco a los sindicatos ni a socios parlamentarios del Gobierno como ERC o EH Bildu.
La reunión ha concluido con las posiciones igual de alejadas que cuando empezó. Los sindicatos se siguen negando a entrar siquiera a discutir este planteamiento. Las dos centrales han usado un lenguaje duro. En CCOO consideran "frívolo" e "irresponsable" el planteamiento del ministerio y en UGT lo tachan de "aberración".
Además, según han trasladado los negociadores de las dos centrales sindicales tras la reunión, Seguridad Social no ha llevado a la mesa una propuesta concreta. Sí han visto, al menos en UGT, un cambio en el lenguaje. "Hablan de cuando un trabajador está de alta", ha señalado Cristina Estévez, negociadora de este sindicato en la mesa.
Desde Seguridad Social, insisten en que su propuesta garantiza la salud de los trabajadores y es una extensión de derechos. Hablan, en palabras del secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez, de "una reincorporación gradual al puesto de trabajo que permita una recuperación de la salud que tenga todas las garantías".
El número dos de Saiz en el ministerio ha lanzado la posibilidad de que "durante algún tiempo pueda combinarse la reincorporación al trabajo con la prestación" de la Seguridad Social que se percibe cuando se está de baja. En todo caso, en privado, fuentes de su departamento trasladan que esto se haría siempre y cuando el paciente haya recibido el alta médica. Nunca antes.
Las citadas fuentes señalan que la propuesta de la ministra ha sido siempre la misma y no se ha producido un cambio de criterio. Además, rechazan el término "flexibilidad" y sostienen que el planteamiento es una reincorporación progresiva en procesos de baja de duración larga en los que lo más efectivo para preservar la salud es no volver a trabajar de golpe. Pasar de no trabajar y de repente tener que trabajar ocho horas puede resultar excesivo, matizan.
De igual modo, esas mismas fuentes sostienen que durante la reunión no se ha vinculado esa propuesta de reincorporación gradual con el creciente gasto en subsidios de incapacidad temporal que soporta la Seguridad Social. La única preocupación, señalan, es la salud.
En este punto los sindicatos discrepan. "Nos han trasladado su preocupación por el incremento del gasto en incapacidad temporal", ha defendido Carlos Bravo, representante de CCOO en la mesa, que ha añadido que Seguridad Social no ha tenido en cuenta que los trabajadores están cada vez más envejecidos y que la proporción de gasto en bajas médicas respecto al gasto total de la Seguridad Social se mantiene estable en el 8%.
Bajas flexibles, concepto polémico
La idea de estas "reincorporaciones flexibles" la dio a conocer hace unas semanas la propia ministra de Seguridad Social durante un desayuno informativo. En él, sugirió que el sistema de la jubilación parcial —que permite compaginar empleo y pensión— podía aplicarse también a las bajas médicas.
"A nadie se le escapa que la tecnología y los avances médicos permitan que haya personas que, quizás en algunos procesos, puedan incorporarse a trabajar. En materia de pensiones antes había una regulación muy abrupta: o trabajo o pensión y con la reforma y desde la voluntariedad hemos hecho que ese tránsito sea más flexible. Pues lo mismo con la incapacidad temporal", fueron las declaraciones literales de la ministra.
"Hay procesos como el de quien esté saliendo de un tratamiento de cáncer que quizás, por supuesto, desde la voluntariedad y desde la garantía de su salud, desde su seguridad, pueda incorporarse a trabajar, haciendo una incapacidad temporal que no sea estar de alta o estar de baja", agregó Saiz.
