Valencia no gana para sustos y este sábado, la localidad de Gilet, a poco más de 30 km de la capital del Turia, ha sido el escenario de un inquietante suceso. En concreto los hechos han ocurrido en el Monasterio del Santo Espíritu, donde un hombre, afirmando ser Jesucristo, ha entrado y ha agredido salvajemente a siete frailes, uno de los cuales está crítico y otro grave. La Guardia Civil está buscando al autor de los hechos.
Los hechos ocurrieron este sábado por la mañana, sobre las 10:00 horas, cuando uno de los monjes franciscanos estaba en la cocina y escuchó gritos en la planta superior del monasterio. Al acudir, vio a un hombre apaleando salvajemente a algunos de sus compañeros, uno tras otro, con lo que pillaba: un bastón, un báculo e incluso una botella de cristal.
El primer monje forcejeó con él antes de que huyera, dejando herido leve a este religioso. Según su testimonio, es un hombre de entre 30 y 40 años, de complexión robusta, y que gritó "soy Jesucristo y voy a matar a los frailes". El hombre, que no se llevó nada del templo ni provocó desperfectos materiales, huyó en dirección a las montañas.
El religioso explicó que el agresor, al que describió como "enajenado", golpeó a sus compañeros "uno detrás de otro y además fuertemente". "Utilizó de todo lo que cogió: palos y una botella", dijo. Lo que no se explica es de qué manera pudo acceder el agresor al monasterio, ya que este sábado estaba cerrado el pequeño hospedaje con que cuentan. La Guardia Civil sostiene que saltó la valla del recinto y logró acceder a las habitaciones.
Los servicios sanitarios atendieron a un varón de 76 años por traumatismo craneoencefálico, que fue trasladado crítico hasta el Hospital Clínico; otros tres frailes heridos fueron llevados al hospital de Sagunto. Se trata de tres varones de 57, 66 y 95 años de edad. En la comunidad viven siete frailes y, según las últimas informaciones, todos habrían resultado heridos.
El fraile que ha hablado con los medios declaró que "un poco asustado sí que estoy, por el miedo a que pueda volver, porque estamos en medio del campo", ha confesado, aunque ha proseguido que "el corazón del hombre es muy bueno y no han faltado personas que han venido a apoyarnos y ha ofrecerse para quedarse todo el tiempo que sea".
Por su parte, los franciscanos del Sagrado Corazón han declarado que condenan esta agresión y se une al sufrimiento de los hermanos, "con las lesiones en el cuerpo y el dolor en el alma por lo vivido, que, sin duda, deja profunda huella en las personas".
"Pedimos también por el agresor para que sea consciente del daño y sea capaz de rectificar un comportamiento para nada propio de la condición humana. Este acontecimiento también nos está pidiendo a todos los hermanos estar más atentos para evitar que puedan entrar en nuestras fraternidades personas que puedan ocasionar daños de cualquier tipo, y así saber cuidarnos mutuamente", han dicho.