Perseverance llegó a Marte en febrero de 2021 y, desde entonces, el rover de la NASA ha recolectado muestras marcianas, ha buscado signos de vida, halló una roca con forma de seta, capturó imágenes de manchas solares y, recientemente, retrató una vista panorámica del interior del cráter Jezero para obtener nuevos conocimientos sobre la antigua historia de este planeta.
Para sumar un éxito más a su lista de hitos espaciales, Perseverance ha descubierto unas extrañas manchas verdes en un área llamada 'Serpentine Rapids'. Según explica la NASA en su blog oficial, dichas manchas están compuestas por núcleos de tonos oscuros con bordes difusos de color verde claro, son comunes en los antiguos "lechos rojos" de la Tierra y se forman cuando el agua líquida se filtra a través del sedimento antes de que se endurezca y se convierta en roca, lo que inicia una reacción química que transforma el hierro oxidado en su forma reducida y da como resultado un tono verdoso.
Sin embargo, estas manchas verdes también pueden ser resultado de la descomposición de materia orgánica que crea condiciones reductoras localizadas, teniendo en cuenta que ·las interacciones entre el azufre y el hierro pueden crear condiciones reductoras de hierro sin la participación de la vida microbiana".
No obstante, la NASA lamenta que "no había suficiente espacio para colocar de forma segura el brazo del explorador que contiene los instrumentos SHERLOC y PIXL directamente sobre uno de los puntos verdes dentro de la zona de abrasión, por lo que su composición sigue siendo un misterio".
Los 'obstáculos' a los que se está enfrentando el rover
Perseverance se dirige por quinta vez hacia el borde occidental del Cráter Jezero, que muestra signos de actividad hidrotermal antigua. En esta misión, el rover tendrá que superar pendientes hasta 23 grados y una subida de aproximadamente 300 metros hasta alcanzar el borde del Cráter Jezero.
Una vez realizado el ascenso, el Perseverance pasará por otra región, bautizada como 'Pico Turquino', antes de llegar a 'Witch Hazel Hill', que contiene capas de material antiguo que datan de una época en la que el clima de Marte era muy diferente al actual. Y, cuando finalice su recorrido, el rover de la NASA podría estar a punto de obtener nuevos conocimientos sobre la antigua historia de Marte –incógnitas sobre cuándo, por qué y durante cuánto tiempo el planeta rojo contuvo agua líquida, y si alguna evolución orgánica, prebiótica, e incluso biológica pudo haber tenido lugar–.
Una vez recolectadas las muestras, ¿qué pasa?
En una teleconferencia celebrada a mediados de abril, el administrador de la NASA Bill Nelson anunció que el plan actual para traer las primeras muestras podría costar hasta 11.000 millones de dólares y que, probablemente, no se podría lograr hasta 2040 por el presupuesto del año fiscal 2025. Sin embargo, Nelson recalcó que "es inaceptable esperar tanto" porque "2040 es la década en la que llevaremos astronautas a Marte", por lo tanto, agregó que están buscando un método más económico para traer las muestras recolectadas.