Un grupo de activistas anónimos ha protagonizado una peculiar protesta en Roma contra el turismo de masas, al arrancar las cajas que contienen dentro las llaves de los alquileres breves y dejar en su lugar un sombrero de Robin Hood, el legendario forajido que robaba a los pobres para dárselo a los ricos.
"Quitamos estos candados para denunciar la venta de la ciudad al turismo mordi e fuggi (aquí te pillo, aquí te mato) que deja en la calle a las personas que la habitan", se lee en un comunicado que los activistas pegaron donde estaban las llaves y que ha sido publicado este miércoles por los medios locales.
La protesta tuvo lugar en la céntrica zona de Circo Massimo, donde el grupo de manifestantes cortó con unos alicates todos los candados con las llaves de alquileres breves que estaban atados a un poste y en su lugar dejaron el sombrero verde del heroico bandido descrito por el folclore inglés y un escrito.
"Los alquileres a corto plazo se comen los de largo plazo, quitando espacio a las familias", señalaron en el comunicado.
En Roma, el número de alquileres breves ha crecido de forma exponencial en los últimos años pasando de 18.870 en 2021 a 31.657 en 2023, según los datos del concejal de Turismo de Roma, Alessandro Onorato, que ha reclamado en varias ocasiones la creación de una ley nacional que permita limitar los apartamentos vacacionales.
Este año se prevé que Roma supere el récord de 50 millones de visitas de 2023, mientras que en 2025 el número de turistas aumentará en otros 30 debido al Jubileo, la peregrinación a las basílicas papales de Roma que se organiza cada 25 años.
"Saboteemos el Jubileo de los ricos. Saboteamos la especulación para defender el derecho a la vivienda. Construyamos el Jubileo de los pobres", reclamaron los activistas.
"Más de 50.000 personas están en emergencia de vivienda solo en la capital, más del triple que las 16.000 de 2022. Hay 18.500 familias esperando una casa de acogida, miles en peligro desahucio", denunciaron.
Y recordaron que, sin embargo, en la ciudad hay alrededor de 100.000 apartamentos vacíos, la mayoría destinados al turismo.
El pasado 17 de octubre varias asociaciones y vecinos se manifestaron en Roma para denunciar las condiciones de la vivienda en la ciudad, especialmente en el centro histórico consumido por el turismo de masas.