Refugios bajo tierra: esta es la tecnología imprescindible que debería tener un búnker nuclear

La expresión ‘guerra nuclear’ resuena cada vez con más fuerza en Europa. No se trata de caer en el alarmismo, pero los dirigentes europeos quieren estar preparados y también preparar a su población. Incluso el Gobierno de España está elaborando una guía para afrontar el “riesgo bélico”, ante la posibilidad de que una guerra afecte a territorio español.

¿A qué se debe esta escalada de las preocupaciones en Europa? El lanzamiento reciente de un misil hipersónico por parte de Rusia, acompañado de amenazas directas contra bases de la OTAN, ha generado un estado de alerta entre las potencias occidentales. Países como Finlandia, Suecia y Noruega ya distribuyen ‘manuales de guerra’ a sus ciudadanos, mientras que Rusia ha comenzado a fabricar refugios antinucleares móviles a gran escala.

En España, cuando Putin inició la invasión de Ucrania, la demanda de búnkeres privados se disparó por miedo: por ejemplo, según la empresa de construcción de refugios VM Modular, el 70% de sus clientes buscaba un búnker por temor a que la guerra alcanzase territorio español. También se disparó la demanda de equipos anti radiación.

En este contexto, la pregunta inevitable para muchos es: ¿qué necesitamos para estar preparados?

¿Cómo debe estar construido un búnker antinuclear?

Si bien los búnkeres garantizan una protección física frente a explosiones y radiación, sobrevivir en su interior requiere planificación y tecnología.

Un búnker subterráneo eficaz debe cumplir con varios estándares básicos de seguridad y equipamiento para garantizar la protección frente a amenazas externas. Entre otras cosas, debe estar situado a un mínimo de 10 metros bajo tierra, con una losa de hormigón de al menos un metro de grosor para resistir explosiones y radiación, así como contar con puertas blindadas y estancas que protejan contra la presión y posibles contaminantes del exterior.

Además, un búnker debe tener al menos dos habitaciones. Una de ellas debe destinarse exclusivamente a la maquinaria esencial, que incluye: generadores eléctricos, baterías o depósitos de gasoil para garantizar una fuente de energía autónoma, un sistema de renovación y filtrado de aire con filtros NBC (nuclear, biológico y químico) y depósitos y sistemas de distribución de agua potable.

Tecnología imprescindible en un búnker

  • Sistemas de comunicación

Los búnkeres suelen estar bajo tierra, lo que dificulta mantener contacto con el exterior. Equipos de radioaficionado de onda corta (HF) son una solución clave, ya que no dependen de redes tradicionales. Estos dispositivos permiten recibir noticias y comunicarse en emergencias, aunque requieren antenas externas para su funcionamiento.

  • Energía autónoma

La electricidad es fundamental en un refugio. Dispositivos como Tesla Powerwall, Generac PWRcell o baterías similares son ideales, ya que almacenan suficiente energía para días o semanas.

Son baterías que se recargan con electricidad y pueden proporcionar hasta 18 kilovatios hora durante un día seguido (más de lo que consume de media un hogar en España).

Si te preguntas por los electrodomésticos, en una situación así hay muchos aparatos que pueden convertirse en prescindibles, como la nevera o una lavadora.

  • Sistemas de distribución de agua potable

Un sistema de agua potable en un búnker debe incluir depósitos de almacenamiento resistentes, con capacidad para al menos 100 litros por persona a la semana, filtros de purificación como ósmosis inversa, carbón activado y esterilización UV, y sistemas de presurización mediante bombas autónomas. También es clave contar con sensores para monitorear la calidad del agua y, si es posible, tecnologías de recolección de agua de lluvia o reciclaje de aguas grises para usos secundarios.

  • Purificación de aire

Es conveniente disponer de un purificador de aire para evitar la acumulación de dióxido de carbono y las partículas tóxicas que puedan llegar del exterior. En este caso, los filtros del aire más efectivos serían los NBC (que son las siglas en inglés de nuclear, biológico y químico).

  • Suministros básicos y equipos de cocina

El espacio limitado en un búnker hace que cada elemento cuente. Para cocinar, hervidores eléctricos o placas de inducción son preferibles, ya que generan menos humo y son más seguras en ambientes cerrados.

  • Equipos de seguridad

Incluir un detector Geiger para medir niveles de radiación, así como máscaras y trajes de protección para emergencias.

Refugios antinucleares en España

En 2022, cuando comenzaron los temores a una guerra nuclear con el inicio de la invasión de Ucrania, el precio de salida de un búnker estándar de 15 metros con luz y saneamientos rondaba los 40.000 euros.

Actualmente, el coste de un refugio de 25 plazas supera los 60.000 euros. Si es para 50 el precio son más de 71.000 euros. Todo ello sin contar con los gastos de construcción, como la excavación y los costes de suministro.

Algunos de los búnkeres o refugios antiatómicos disponibles que tenemos en España son:

  • Palacio de La Moncloa (Madrid), con una superficie de más de 7.000 metros cuadrados y tres niveles de profundidad.
  • Base Torrejón de Ardoz (Madrid), para albergar hasta 600 personas en sus 10.000 metros cuadrados.
  • Hotel Ébora (Talavera de la Reina). La empresa ACB diseñó en este hotel uno de los refugios antinucleares privados más grandes de España.
  • El Capricho (Madrid), un refugio que ya fue utilizado durante la Guerra Civil española y mide unos 2.000 metros cuadrados.

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