La rebaja de cárcel a etarras llega a su último trámite hoy con la mirada puesta en el PSOE

La ley que permitirá la rebaja de penas de cárcel a presos de ETA llega este lunes a su último trámite parlamentario. Así, la norma se enfrenta a su última votación con los partidos enfrentados: unos por sentirse engañados —PP, Vox y UPN— y otros por reivindicar lo votado por unanimidad en el Congreso—Gobierno y sus socios—. En todo caso, el resultado de este lunes será intrascendente. Por la excepcionalidad de este caso, tan solo el Ejecutivo tiene la capacidad para retirar la ley antes de su votación y evitar que se publique automáticamente en el Boletín Oficial del Estado (BOE) porque no se presentó ningún veto a la norma. Así se prevé un debate de fondo, en el que el PP busque retratar a un PSOE que ya ha avanzado su negativa a echarse atrás.

El pasado 18 de septiembre, todos los grupos parlamentarios votaron a favor de reformar la ley orgánica sobre intercambio de información de antecedentes penales y consideración de resoluciones judiciales penales en la Unión Europea, para su adecuación a la normativa de la Unión Europea sobre el Sistema Europeo de Información de Antecedentes Penales. Ningún grupo parlamentario rechazó la ley como tampoco las enmiendas que estaban sujetas a esta norma. Ni siquiera la que había introducido Sumar para eliminar la disposición adicional única de la norma para que cualquier preso pudiera convalidar los años de prisión que hubiera cumplido en otro país pudiera. A priori, esta iniciativa fue interpretada con buenos ojos por parte de toda la Cámara Baja.

No obstante, en vísperas de que la ley llegase al Senado para su convalidación el pasado martes se conoció que esta derogación se aplicaba también a los presos de ETA, a los cuales el Gobierno de Mariano Rajoy había dejado fuera de las recomendaciones de la Unión Europea. En 2014, el PP estableció como límite de las convalidaciones de condenas de cárcel el año 2010, de tal forma que no pudiera aplicarse a los etarras por atentar en su día no solo contra los ciudadanos sino contra el propio Estado.

Las informaciones periodísticas dieron un vuelco al panorama político: PP y Vox se disculparon ante los suyos y prometieron hacer lo posible por remediar su error "injustificable", en palabras de Alberto Núñez Feijóo, mientras el PSOE pasó de desentenderse en un primer momento a reivindicarlo como una mera trasposición de la directiva europea. Fueron días de ruido interno, en el que las miradas se centraron en el partido que había sumado a sus filas a la hermana de Miguel Ángel Blanco, asesinado por Txapote. Feijóo reconoció el error y pese a la revuelta interna en el seno de su partido que ya señalaba con nombres y apellidos a los responsables, se negó a cesar a ninguno de los suyos como pedían algunos. "Es una responsabilidad colectiva, no lo vamos a focalizar en personas concretas", aseguraban desde la dirección del PP, que no escondía el golpe anímico que había supuesto para sus siglas.

Tras unos días de tormenta interna, Feijóo trató de reenfocar la situación señalando al que considera el verdadero responsable. No solo por haber participado en el "engaño", es decir, de haber sido partícipe de que Sumar introdujera una enmienda de consecuencias tan relevantes en una redacción que consideran difícil de interpretar, sino por ser el único que puede revertir la situación. Así fue como el popular se enfrentó cuerpo a cuerpo con el presidente del Gobierno, acompañado incluso por la senadora Marimar Blanco.

El pasado miércoles, durante la comparecencia de Pedro Sánchez, el líder de la oposición dio cinco días al presidente —hasta el debate de este lunes en el Senado—para retirar la ley que rebaja la cárcel a etarras. "Si le queda un mínimo de conciencia, le ruego que lo aproveche y recapacite". De lo contrario, podrá "disfrutar de esta victoria miserable, pero no dar lecciones: Ahí se quedan para siempre con el aplauso de [Arnaldo] Otegi, Txapote y los demás". Además quiso diferenciar entre un error y una intención: "Estos días muchos españoles se sienten decepcionados con mi grupo parlamentario y tienen razón, pero no es lo mismo un error por injustificable que sea que la bajeza moral de impulsar una ley a sabiendas".

El presidente replicó en tono burlesco. "¿Por qué se escandalizan ahora? ¿Por qué han cambiado de opinión? ¿Le han apretado o es que su grupo es incluso más torpe de lo que parece?". Con ello, Sánchez acusó al PP de ser "perfectamente conscientes de lo que se aprobaba" y "escurrir el bulto" por miedo a las represalias. También defendió que los cambios no implican realmente "rebajas", sino que tiene en cuenta los años que los presos "han cumplido en cárceles en el extranjero conforme al derecho europeo". En este contexto llegará este lunes la ley al Senado, con un PSOE que descarta retirar la ley y un PP que acabará por resignarse ante su "error" que, en todo caso, insiste que habría sido irremediable porque el Gobierno habría obtenido los apoyos suficientes en el Congreso para sacar adelante esta ley junto a sus enmiendas.

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