La tradición y, en gran medida, el cine, han convertido al Air Force One en el avión más famoso del mundo. La aeronave oficial del presidente de Estados Unidos -aunque, en realidad, ese nombre lo lleva cualquier avión que transporte al mandatario- forma parte del simbolismo y la cultura popular norteamericana. Algo que Trump y su equipo entendieron muy bien durante la campaña presidencial de 2016.
En su primera campaña, que acabaría con el magnate convertido en presidente, el avión privado de Trump, una aeronave modificada y cubierta con pintura negra y dorada y el nombre del magnate pintado en el fuselaje, se convirtió en uno de los elementos principales de sus puestas en escena.
Tanto en aquella campaña como en 2020 y 2024, Trump ha dado mitines a los pies de su avión o con él de fondo: un ostentoso símbolo para resaltar la imagen de hombre rico, exitoso y poderoso de la que siempre ha hecho gala. Pronto, votantes y medios de comunicación asociaron la aeronave de Trump con la presidencia, dándole el apodo "Trump Force One" al avión del magnate.
Fue inaugurado en 1991 y comprado por Trump en 2011
Cuando el Trump Force One pasó a ser propiedad del magnate en 2011, la aeronave ya tenía 20 años: fue inaugurado en 1991 y utilizado por una aerolínea danesa, Sterling Airlines, y después por la aerolínea mexicana TAESA en 1993. Dos años después, el confundador de Microsoft, Paul Allen, lo compró como jet corporativo para la actividad de sus empresas.
Trump ha sido el propietario del avión desde 2011, convirtiéndose en su lujoso avión privado desde entonces, a excepción del tiempo en el que fue presidente y cuando el avión fue reparado y modificado en 2021.
Un avión con todas las comodidades de una mansión y las capacidades de una oficina
El Trump Force One es un Boeing 757-200, registrado en Estados Unidos con el código N757AF. La aeronave cuenta con dos motores turbofán Rolls Royce RB211, lo que amplía su potencia. Se trata de un avión privado con todo tipo de lujos e instalaciones, con capacidad para 43 pasajeros, que ha servido a Trump para gestionar su vasto imperio inmobiliario y, más recientemente, sus campañas electorales. Es capaz de alcanzar los 987 km/h de velocidad de crucero y tiene un alcance máximo (autonomía) para viajar 6.300 kilómetros.
El avión cuenta con un dormitorio forrado en seda, un comedor, un cuarto de baño con ducha, una gran sala de reuniones con televisión de plasma y asientos reclinables e incluso una cocina: una 'mansión-oficina' con todas las comodidades y capacidades para adaptarse a cualquier imprevisto.
En un vídeo, publicado por la organización de Trump en 2011, se muestra un tour por el interior del avión donde se aprecian muchos de los lujos y detalles de la aeronave, como un salón-comedor con un sofá y equipo de home cinema o los detalles bañados en oro de 24 kilates, presentes en gran parte de los accesorios del avión.
Ahora, al regresar a la Casa Blanca, Trump dejará atrás su avión privado y deberá viajar en el Air Force One, ya que las aeronaves de las Fuerzas Aéreas son los únicos preparados para proteger al presidente y asegurar la conectividad en el aire.