El fútbol español ha quedado paralizado en la mañana de este martes tras conocerse la detención policial del jugador del Sevilla Kike Salas por, presuntamente, forzar tarjetas amarillas para manipular el mercado de apuestas deportivas. La grave acusación hace ahora tambalear la carrera de un chico muy prometedor, nacido para el deporte, al que el equipo hispalense convenció con apenas 13 años para que dejara el pádel después de proclamarse campeón mundial con la pala para encarrilar su vida en la ruta de la élite del fútbol.
Salas enamoró a Quique Sánchez Flores la pasada campaña y lo ha vuelto a hacer este curso con García Pimienta. El central de 22 años es un caramelo que ha brillado hasta hora por su tenacidad, visión de juego y anticipación. Las características de un chico nacido para el deporte llamaron pronto la atención del club hispalense, donde nunca dudaron de sus posibilidades de llegar a lo más alto.
Eso sí, la historia de un chico con sangre de futbolista —su tío Víctor Salas vistió durante cuatro años la camiseta del Sevilla— pudo ser muy diferente si el club andaluz no le hubiera tentado a tiempo. Y es que Salas, joya de este Sevilla, se decantó por el balón poco después de lograr su primer gran triunfo en el pádel: ganó el campeonato mundial benjamín con nueve años y poco después celebró el campeonato de España con la selección andaluza.
Es más, antes de vestir de blanco, el joven probó suerte en la cantera del Málaga y del Betis, eterno rival del equipo que finalmente le dio la oportunidad del debut profesional en la etapa de Julen Lopetegui.
Hasta este martes, pese a las críticas recibidas por su dificultad de adaptarse a la banda, Salas era uno de los grandes valores del club y había sido tentado por la Lazio en el mercado de fichajes de invierno. Con las últimas noticias, cualquier opción de traspaso se ha esfumado de manera inmediata, pues el niño que creció entre la pala y el balón en el club de pádel regentado por sus padres en Morón (Sevilla) podría haber condicionado toda su carrera deportiva por siete amarillas en las últimas nueve jornadas disputadas.