Los sueños pueden decir mucho, aunque a veces no nos digan nada. Lo que soñamos forma parte de nuestro subconsciente más profundo y pueden estar relacionados con nuestras ilusiones, pasiones o miedos, incluso cuando, aparentemente, no les encontremos mucho sentido. De hecho, para mucha gente los sueños son efímeros y se desvanecen al poco de despertarse: mientras que algunos quedan clavados en nuestra mente, otros desaparecen en cuestión de segundos.
Unos investigadores de la IMT School for Advanced Studies Lucca y la Universidad de Camerino, en Italia, han tratado de explicar los factores que influyen en que recordemos (o no) un sueño al despertar en un estudio publicado por la revista Nature y del que se hace eco el portal Meteored.
Factores que influyen en que recordemos nuestros sueños
Según explica el estudio, elaborado con la participación de más de 200 personas con edades entre 18 y 70 años entre los años 2020 y 2024, se analizaron los patrones de sueño y datos cognitivos de estas personas durante su descanso. Además, los sujetos del estudio grabaron diariamente lo que recordaban de los sueños al despertar.
Así, los investigadores concluyeron primero que las personas que guardan una actitud positiva hacia sus sueños y una tendencia a la divagación mental son más capaces de recordar sus experiencias en los sueños. Es decir, si se ha tenido un sueño interesante o somos receptivos a recordarlo, es más probable que podamos evocar su recuerdo al despertar. También influye el patrón de sueño: quienes duermen más, recuerdan más fácilmente lo que han soñado, ya que el sueño ligero facilita la transición entre el mundo onírico y la vigilia.
Además, los jóvenes mostraron en el estudio ser más capaces de recordar sus sueños que los sujetos más mayores, que experimentaron mayormente 'sueños blancos' de los que no podían recordar. Otro hallazgo curioso: los participantes recordaban más sus sueños en primavera que en invierno, algo que el estudio sugiere que podría deberse a la mayor exposición a la luz solar y, por tanto, a la producción de melatonina, que podría influir en la actividad cerebral durante el sueño.
Los sueños y la memoria podrían estar conectados
Los resultados del estudio tratan de ofrecer conclusiones que conecten la relación entre el sueño y la memoria, la relación de estos con la salud mental e incluso para futuras investigaciones que podrían permitir estudiar los sueños en disciplinas psicológicas para estudiar de forma más precisa los estados emocionales y cognitivos de los pacientes.
