Parece que la fumata blanca sobre la nueva Comisión Europea está un poco más cerca. Populares, socialistas y liberales avanzan en el Parlamento Europeo un acuerdo a tres bandas para desbloquear el nuevo Ejecutivo de Von der Leyen, de tal manera que se dé el visto bueno a Teresa Ribera como nueva vicepresidenta, así como a los otros cinco candidatos que también esperan el 'sí', lo mismo que el comisario húngaro, Oliver Valerhyi. El pacto "por escrito" servirá, además, como guía para toda la legislatura en la Eurocámara.
Las fuentes parlamentarias consultadas por 20minutos apuntan a que la firma definitiva puede darse este mismo miércoles, después de que Ribera comparezca en el Congreso para explicar su gestión de la DANA, algo que era una exigencia del PP español, hasta ahora eso sí cerrado en banda a apoyar "una Comisión Europea que incluya" a la todavía vicepresidenta del Gobierno, incluso aunque eso supusiera ir contra la propia Von der Leyen. La luz verde a todos los vicepresidentes en bloque, así como Valerhyi permitirá que la Comisión en bloque se vote en el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo la semana del 25 de noviembre, tal como estaba previsto.
La principal duda radica en si ese pacto debe recogerse por escrito o no, y las fuentes aseguran que se trataría de una "hoja de ruta" para toda la legislatura, de tal manera que se pueda mantener el bloque centrista en la Eurocámara. Este paso llega tras varios días de cierto choque de argumentos entre Bruselas y Madrid; de PPE y S&D por un lado y PP y PSOE por el otro, casi todo en torno a Ribera pero también en lo que se refiere al italiano Raffaele Fitto.
"La condición es que dimita si un juez la encausa", expresan fuentes parlamentarias a 20minutos, recalcando que esa es la premisa que dan para apoyar a Ribera. "Dudamos que la encausen y vista la velocidad a la que funciona la justicia española seria dentro de más de 5 años y ya no seria ni comisaria", añaden. La todavía vicepresidenta del Gobierno, en cambio, sigue teniendo el 'no' rotundo del PP español para que sea nueva vicepresidenta del Ejecutivo comunitario. "No hay posibilidad alguna de que el Partido Popular apoye a un gobierno comunitario en el que esté Teresa Ribera después de todo lo sucedido en estas dos semanas", sostuvo Dolors Montserrat, en la línea marcada también por Alberto Núñez Feijóo, que llegó a pedir a Pedro Sánchez "responsabilidad" y la propuesta de otro candidato.
Si Ribera no se retira (o la retiran), los populares españoles quieren forzar "una votación secreta" de Ribera para que cada parte se posicione. Esto también es complejo porque la idea sigue siendo que los seis vicepresidentes de la nueva Comisión se voten en bloque. Ahí está el juego de vetos cruzados: si la española cae, los socialdemócratas no dan su apoyo al Fitto, por lo que todo el Colegio de Comisarios se iría abajo. El escenario más dramático sería ese. En el PP, de hecho, hay algunas voces que creen que Ribera no pasará el corte "en ningún caso", pero el efecto dominó posterior complicaría las cosas.
Con todo, el PPE parece en una posición más 'constructiva' que el PP español llegados a este punto. Los argumentos de las fuentes comunitarias dan a entender que si Ribera acepta las condiciones, todo saldrá adelante. En cambio, Génova confía en que Ribera caiga incluso aunque eso suponga ir en contra de Von der Leyen. En el lado progresista pasa prácticamente lo mismo, pero en sentido contrario: los eurodiputados socialistas insisten en que "si cae Teresa, cae toda la Comisión", mientras que de Moncloa ya sale el mensaje de que sus votos pueden ir a Fitto si eso ayuda a que Ribera tenga el sí también. Esto implica también al otro comisario designado de la derecha radical, el húngaro Valerhyi, que también está esperando a que se resuelva el entuerto.
"La UE no puede sumirse en la inestabilidad con vetos cruzados de mirada corta. Para proteger a Europa, por responsabilidad, es imprescindible una Comisión en marcha, que no dependa de las maniobras de Trump y de la ultraderecha", explicaron fuentes del Gobierno español. El hecho de que los seis vicepresidentes de la Comisión se voten en bloque, eso sí, no asegura nada; el veto a Fitto viene porque hay un veto a Ribera, no al revés. De hecho, en S&D asumen que el italiano hizo una buena audiencia, así que ahora mismo simplemente es rehén del entuerto español. Todo esto lleva a pensar que quitar el veto a Ribera implicaría quitar el de Fitto, pero en el sentido inverso no tendría por qué pasar lo mismo. Con todo, ese 'secuestro' de la Comisión Von der Leyen 2.0 cero está cerca de resolverse.