Todo el mundo lo sabía, era difícil imaginárselo: el último partido de Rafa Nadal podía estar a punto de producirse. El tenista balear se despide de las pistas tras más de dos décadas como profesional en estas Finales de la Copa Davis y no pudo contener las lágrimas antes del comienzo de su partido ante Botic van de Zandschulp.
Rafa es el encargado de abrir el debut del equipo español en el torneo, midiéndose ante el número 2 neerlandés. Un duelo que no era uno más, pero pese a ello se le vio tranquilo en el túnel de vestuarios, sonriente y jugando con su raqueta.
Fue saltar al Martín Carpena y todas las emociones afloraron. Y durante el himno español, que Nadal escuchó junto al resto de integrantes del equipo (Carlos Alcaraz, Marcel Granollers, Pedro Martínez y Roberto Bautista más el entrenador, David Ferrer), el balear estuvo a punto de romperse.
Cuando las cámaras le enfocaron, se le vio con los ojos llorosos y no pudo evitar que se le cayera alguna lágrima: era consciente de que podría estar ante su último partido como profesional, si España perdía en la eliminatoria ante Países Bajos.
