El Real Madrid vivió una pesadilla en el duelo ante Osasuna. Tan solo en la primera mitad, el conjunto blanco ya había sido golpeado por las lesiones hasta en tres ocasiones, con Militao, Rodrygo y Lucas Vázquez como protagonistas.
El central brasileño, en el minuto 27, tuvo un mal gesto de rodilla en el área de Sergio Herrera e inmediatamente solicitó las asistencias médicas. Con gritos de dolor, lágrimas y tapándose el rostro, Militao terminó abandonando el terreno de juego en camilla, lo que hace prever que podría ser una lesión grave de rodilla. En su lugar entró Asencio.
Con la salida de Militao, el Real Madrid agotaba su segundo cambio en apenas media hora. Minutos antes, en el 20, Rodrygo tuvo que ser sustituido. Tras intentar continuar con molestias musculares, el delantero brasileño finalmente pidió el cambio.
Por si fuera poco, tras la aparente grave lesión de Militao llegó otra, la de Lucas Vázquez. Apenas diez minutos después, ya con el 1-0 en el marcador, el futbolista español se tiró al césped pidiendo directamente el cambio.
Sin embargo, el Real Madrid se quedaba solo con la ventana de cambios del descanso y el cuerpo técnico decidió que era mejor que Lucas Vázquez se mantuviera en el terreno de juego hasta el final de la primera mitad, por lo que el español fue atendido rápidamente por los fisios y aguantó a pesar de sus dolores musculares.
