Solo en España, entre un 20 y un 40% de la población son intolerantes a la lactosa. Esta es una afección que afecta a la calidad de vida de aquellos que la sufren, aunque, el aumento de casos en los últimos años está provocando una adaptación de los medios. Mientras que los supermercados lanzan productos bajo la etiqueta 'sin lactosa', los bares y restaurante incorporan a sus cartas platos o bebidas válidos para las personas intolerantes. Sin embargo, esta lactosa todavía está presente en muchas fórmulas de medicamentos.
Cuando una persona padece una intolerancia o una alergia (no son iguales, aunque coincidan en ocasiones en síntomas), el modus operandi es casi el mismo: mirar el etiquetado. La autoridades de seguridad alimentaria trabaja, entre otras cosas, en la revisión de esta información clave que puede poner en riesgo la salud de muchas personas. No obstante, ¿qué ocurre con los medicamentos? ¿Se puede tomar una medicamento con lactosa siendo intolerante?
¿Por qué se utiliza la lactosa en los medicamentos?
La Generalitat de Catalunya en su portal de medicamentos y farmacia explica el porqué un medicamento llega a contener lactosa en su formulación. Según cuentan, esta se "utiliza como excipiente tanto para comprimidos, cápsulas o polvos de inhalación", ya que tiene una capacidad aglutinante y diluyente. Además, es fácil de usar y de bajo coste, pues la cantidad en medicamentos orales suele estar por debajo de los 2 gramos al día.
Este uso de la lactosa en fórmulas de medicamentos debe estar siempre indicada en los envases, así como en el prospecto. Es posible que tu profesional médico pueda informarte de ello, sin embargo, en caso de no tener constancia exacta de los ingrediente siempre se pueden consultar en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)
Soy intolerante: ¿puedo tomar medicamentos con lactosa?
Dada la gran variedad de medicamentos que se componen con lactosa, alrededor del 40%, según estiman desde la AEMPS, surgen las dudas sobre la toma. Sin embargo, como se ha comentado, las cantidades de lactosa utilizadas son mínimas, por lo que en general no suelen producir las molestias pertinentes (inflamación y dolor abdominal, gases, diarrea, náuseas o vómitos).
Sin embargo, cabe destacar que es importante poner en conocimiento a tu médico en caso de tener una intolerancia diagnosticada y verificar la cantidad que esta puede llegar a contener en su formulación. En estos casos, ya que una intolerancia no es de tal gravedad como un alergia, es cuestión de ir probando qué tipo de medicamentos pueden o no hacerte sentir mejor.