La construcción de vivienda se encuentra estancada en España. En 2023, el parque inmobiliario creció apenas un 0,3% hasta sumar un total de 26,9 millones, según la estimación publicada este jueves por el Ministerio de Vivienda. Mientras la entrada de casas al mercado avanza lentamente, España acumula un stock de 447.700 viviendas nuevas sin vender, buena parte de ellas heredadas de la época dorada del 'ladrillo'.
El parque inmobiliario español incorporó el año pasado 90.610 viviendas a los poco más de 26,8 millones existentes en 2022, un alza ligeramente inferior a las 91.928 sumadas un año antes y a las 96.197 agregadas en 2021. De este modo, en los últimos tres años, el parque ha sumado menos de 100.000 viviendas anuales, muy lejos de las cerca de 500.000 viviendas que se construían cada año antes del estallido de la burbuja inmobiliaria.
Al mismo tiempo, España acumula un stock de 447.700 viviendas nuevas sin vender. Tras tocar techo en 2009, este stock se ha reducido un 45%, a pesar de crecer ligeramente un 0,7% en el último año. "Desde 2010 se venía absorbiendo el 'stock' acumulado, siendo el ritmo de absorción muy lento desde el año 2019", explica el Informe sobre el stock de vivienda nueva 2023 elaborado por el Departamento encabezado por Isabel Rodríguez.
Madrid y Barcelona son las zonas en las que se concentra la mayor parte del stock de obra nueva, un 11,5%, 10,9% del total respectivamente. No obstante, los territorios donde más peso tiene esta vivienda nueva sin vender sobre el total del parque inmobiliario son Castellón, Toledo y La Rioja, donde entre el 5,2% y el 4,3% del parque de vivienda está sin vender.
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