Como parte del último fin de semana de la temporada 2024 de Super Fórmula japonesa, el circuito de Suzuka albergó una exhibición con un monoplaza de 2023 pilotado por inteligencia artificial, que se enfrentó a Daniil Kvyat, pero como viene siendo habitual, la IA no pudo completar la carrera y se estrelló contra el muro.
La Abu Dhabi Autonomous Racing League fue el organismo encargado de poner sobre la pista el chasis Super Fórmula SF23, adaptado para la conducción autónoma. Tanto Kvyat como este monoplaza ya habían compartido el trazado del circuito de Yas Marina, en Abu Dabi, el pasado 27 de abril.
En aquella ocasión, el ruso se llevó con facilidad la victoria, y en Suzuka ha sido aún más sencillo para el humano. El monoplaza pilotado por IA pasaba por la curva 11, una complicada horquilla de izquierdas en subida, y al dar gas para continuar su recorrido por el segundo sector, las ruedas traseras patinaron, lo que provocó un trompo y un posterior accidente.
A pesar de los esfuerzos de los comisarios, el SF23 no pudo regresar a la competición, y tuvo que ser remolcado a los boxes para su debida reparación. A pesar de los evidentes avances en la tecnología de conducción autónoma, la existencia de una competición emocionante está muy lejos de ser una realidad.
Este accidente es la secuela de varios esperpentos protagonizados por la Abu Dhabi Autonomous Racing League, cuya carrera inaugural en Yas Marina dejó vacías las gradas del trazado, pues ocho coches de unos 550CV tardaron casi una hora en recorrer 42 kilómetros en una prueba protagonizada por los trompos, los accidentes, y los bugs incomprensibles.