Un niño de 13 años ha sido apuñalado en Nápoles por otro menor porque no le dejó jugar con el balón, según ha revelado la víctima de un ataque que ya está siendo investigado por los Carabineros (policía militarizada).
El menor ha explicado que ha sido agredido cuando estaba jugando con sus amigos al fútbol en un pequeño parque en el barrio de Giugliano, en el norte de la ciudad, por otro niño, de unos 10 años, que quería la pelota y, al no dejársela, le clavó "un cuchillo en el muslo izquierdo y después escapó", según informan este lunes los medios locales.
El agredido fue trasladado por sus padres al hospital de San Giuliano, donde el personal sanitario determinó que no se trataba de una lesión grave y se le practicaron algunos puntos de sutura. Los Carabineros, alertados por el hospital, están investigando los hechos y tratando de identificar al agresor.
Este episodio de violencia en Nápoles a unas edades tan tempranas es el último de una serie de agresiones registradas en los últimos meses en la ciudad entre personas cada vez más jóvenes, muchos de los cuales van armados.
La gran ciudad del sur italiano, tradicionalmente afectada por la criminalidad de la Camorra, atraviesa ahora una espiral de violencia juvenil, lo que está generando una gran alarma entre los vecinos y las autoridades.
De hecho, el Gobierno ha ordenado intensificar la vigilancia, sobre todo nocturna, como parte de un "plan extraordinario" para afrontar este fenómeno después de que en las últimas semanas hayan sido asesinados varios adolescentes por otros jóvenes de su edad.