Miles de médicos extracomunitarios siguen a la espera para trabajar en España: "Habiendo escasez de sanitarios, no se entiende"

El primer día que Luzmar Andrade, una venezolana de 52 años, tuvo que enfrentarse a su nuevo trabajo como trabajadora doméstica interna en Alicante, admite que se le derramaron las lágrimas. Esta médica cirujana había abandonado su Venezuela natal a la carrera apenas dos años antes "por razones obvias" y había decidido venir a España por el idioma y porque le parecía el destino europeo donde tendría "la mayor posibilidad de ejercer" su profesión.

Han pasado cuatro años y medio desde su llegada a España, ya tiene incluso la nacionalidad española, pero su título de Medicina sigue sin estar homologado y ella sigue trabajando como interna. "Ser doméstica es un trabajo digno, como no, pero oye, tú dices: 'Estudié para para algo'", declara Andrade, en una conversación telefónica. "Sabemos muy bien que cuando llegamos aquí tenemos que aguantar un poco porque uno comienza desde cero y todo comienzo es duro y si venimos sin papeles, pues las cosas se hacen más difíciles, pero ya van cuatro años y medio en lo mismo".

El de Andrade es tan solo uno de los cerca de 70.000 casos de profesionales sanitarios extracomunitarios -también españoles que se titularon fuera de la Unión Europea- cuyo trámite de homologación del título universitario sigue atascado en algún escritorio del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. A pesar de la carencia de profesionales médicos denunciada por varias comunidades autónomas, miles de titulados extranjeros siguen a la espera, sin noticias sobre su proceso de homologación y en una situación que está llevando a muchos al límite psicológicamente.

Muchos de ellos se han organizado en Homologación Justa Ya, una plataforma que este martes cumple su primer aniversario y ha convocado con este motivo concentraciones en Valencia, Barcelona y Madrid, esta última frente al Congreso de los Diputados. En estos últimos 12 meses han mantenido cinco reuniones con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades sin ningún resultado positivo.

"La mayoría de las personas en el proceso de homologación son latinoamericanos que viven aquí en España que están haciendo trabajos por los cuales están muy sobrecualificados y están en situaciones muy vulnerables", declara Rami Ahmadi, una pediatra iraní-estadounidense presidenta del movimiento Homologación Justa Ya. "Mientras, hay una escasez de sanitarios en España. Es una problemática que realmente no se entiende mucho".

El Ministerio defiende que ha habido una mejora sustancial en los plazos del proceso de homologación en los últimos años. Según los datos aportados por el Ministerio a este medio, en 2023, se resolvieron de forma favorable un total de 8.747 homologaciones de títulos de Medicina a extracomunitarios, una “cifra récord en la serie histórica”, frente a las 3.136 homologaciones de 2017 -la única otra cifra que aporta el propio Ministerio-.

Representantes de esta plataforma tuvieron una reunión el mes pasado con Francisco García Pascual, secretario general de Universidades, que, según Ahmadi, prometió un "nuevo sistema informático, porque el que están usando es muy antiguo". "Es la misma cosa que nos dijeron el año pasado y el año anterior", lamenta la portavoz de la plataforma, que señala que el proceso de homologación suele extenderse entre tres y seis años. "No hay ninguna transparencia durante esa espera interminable, no hay manera de comunicarse con nadie. Es todo un silencio administrativo total que genera frustración en la gente y muchos de nosotros tenemos trastornos de salud mental".

Andrade inició su proceso de homologación una vez que estuvo en una situación regular en España, pero el proceso se ha alargado tanto que ha obtenido antes la nacionalidad española. La primera notificación que obtuvo al respecto fue hace cuatro meses, año y medio después de comenzar los trámites y, simplemente, le indicaba que el pago de la tasa obligatoria había sido registrado correctamente. "La moral se te va por el subsuelo, es desesperante", declara la cirujana, que ha dejado a dos hijos en Venezuela. "Es una pesadilla y una angustia plena. Todos los días, cada cuatro horas, reviso la página del Ministerio a ver si cambió algo, pero nada, se te van las esperanzas, se te van las ilusiones, todo…".

Seis meses de plazo que nunca se cumplen

La homologación de títulos universitarios obtenidos fuera de la UE se realiza en la web del Ministerio de Universidades. El solicitante tiene que pagar una tasa de 166,50 euros y presentar una serie de documentos que acrediten su formación universitaria en su país de origen y su competencia lingüística en castellano.

El Gobierno emitió un real decreto en octubre de 2022 en el que anunciaba la configuración de unos procedimientos de homologación "ágiles y eficientes, apoyados en la digitalización intensa" que deberían garantizar que el tiempo de instrucción y de resolución no superase los seis meses. La realidad, sin embargo, es bien distinta y la plataforma por la homologación asegura que la espera se suele extender durante años.

Al mismo tiempo, las administraciones autonómicas, que tienen las competencias sanitarias en España, lamentan que la falta de profesionales sanitarios les está impidiendo encontrar trabajadores para los puestos vacantes, con el consiguiente lastre al servicio público. Algunos gobiernos regionales, como el de la Comunidad de Madrid, han señalado al Gobierno central como responsable y han reclamado que se agilicen los trámites de homologación.

Otros, como el de Aragón o el del País Vasco, han pedido que esa competencia les sea transferida. El País Vasco llegó a obtenerlo el pasado mes de abril, pero la decisión, fruto de un pacto entre los ejecutivos central y autonómico vasco, fue anulada en julio por el Tribunal Supremo tras el recurso interpuesto por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM). Esta organización se oponía a la trasferencia por considerar que podría "poner en riesgo el principio de equidad y no discriminación, propiciando territorios de acceso 'duro' y otros de acceso 'blando' al reconocimiento de las titulaciones".

En cualquier caso, el laberinto burocrático de los solicitantes no termina una vez obtenida la homologación de su título. Aunque, desde ese momento pueden empezar a trabajar como profesional sanitario en España, aún deberán conseguir que se homologue su especialización para poder ejercerla. Este proceso, que lleva a cabo el Ministerio de Sanidad, también puede alargarse durante años, haciendo que muchos médicos extracomunitarios renuncien directamente a intentarlo.

Fuentes de Sanidad señalan que "el problema está en que la mayoría de los solicitantes no aportan los certificados de ejercicio profesional desempeñado desde que finalizaron su formación". Esto supone una demora en el procedimiento, puesto que hay que solicitarlo y ellos, a su vez, lo tienen que solicitar en sus respectivos países. Además, el proceso queda en estos casos parado y, con ello, la obligación de la Administración de resolver en seis meses.

Por otro lado, estas mismas fuentes ministeriales admiten que, hasta 2022, ha habido un gran retraso en la tramitación de las solicitudes, "debido a la escasez de personal y la complejidad del procedimiento" y plantean como solución al atasco "la publicación de un nuevo Real Decreto que agilice el procedimiento, mediante la supresión de algunos trámites innecesarios y la implantación de un procedimiento de presentación de solicitudes de manera electrónica".

El flujo médico y las malas condiciones laborales

La llegada de profesionales sanitarios de Latinoamérica a España y otros países del sur de Europa forma parte de lo que Ángela Hernández, secretaria general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), define como el "flujo médico". Médicos del norte de Europa emigran a ejercer en Canadá y Estados Unidos, dejando libres vacantes que ocupan médicos del sur del continente, muchos de ellos españoles, que a su vez dejan un espacio que poco a poco van ocupando estos profesionales de América del Sur y Central.

Hernández, que se muestra comprensiva con que los largos plazos de la homologación porque "tiene que ser un proceso muy garantista", pone el foco en evitar que ese flujo se siga produciendo mediante una mejora de las condiciones laborales de los profesionales sanitarios en España y alerta sobre los riesgos de que las vacantes en el sistema sanitario sean temporalmente ocupadas por profesionales extranjeros.

"Por un lado, está muy bien que vengan y que nos echen una mano cuando hay determinadas carencias, pero, ¿Qué va a ser de ellos dentro de tres años? No es bueno atraer a gente cuando falta una determinada especialidad y, luego, dentro de tres años, prescindir de ellos porque ya tenemos suficientes", declara la sindicalista. Según defiende, tras el bajón de estudiantes de profesiones médicas tras la crisis de 2008, ya ha habido un aumento en las matriculaciones desde hace cuatro o cinco años, lo que supondrá un mayor número de licenciados en el mercado de trabajo en tres años aproximadamente.

"Lo que hay es falta de unas condiciones laborales adecuadas para que los especialistas deseen quedarse aquí en lugar de irse a otros países", argumenta Hernández. "Esto no es una cuestión ni de racismo, ni de proteccionismo. Lo que sucede es que descapitalizamos de médicos donde también hacen falta, recordemos que se forman y que son necesarios también en Sudamérica".

El fin de un sueño

Para muchos de los miles de médicos que están a la espera de la homologación de su título, el atasco burocrático en el Ministerio es el que les está frenando a la hora de entrar en ese flujo. Es el caso de una médica de 25 años de un país centroamericano que prefiere mantener el anonimato por miedo a que su testimonio pueda influir en el procedimiento. Lleva 10 meses a la espera de la homologación sin haber recibido ninguna noticia mientras sigue en su país de origen.

"Lo hice teniendo en cuenta que el título iba a ser homologado en seis meses", explica la médica, que ha tenido que modificar sus planes y los de su pareja, un español que ante la demora ha decidido mudarse a Centroamérica para esperar con ella la conclusión del proceso. "Incluso desde allá me habían conseguido trabajo en zonas donde no hay médicos, en varias clínicas en pueblos donde hay muy pocos médicos y que hay bastante carencia. Me decían incluso que me aceptaban sin tener el MIR -la especialidad-, solamente con la homologación en mi título de médico general, porque eso es lo que ocupan en atención primaria. Pero al no tener las certificaciones de allá, no puedo ejercer".

La dilación del proceso y, sobre todo, la indeterminación sobre su futuro están haciendo que está médica y muchos otros profesionales latinoamericanos estén optando por tirar la toalla y abandonar su proyecto migratorio a España.

"Ha sido un poco frustrante. Al principio me frenaba de hacer muchas cosas aquí pensando en que en cualquier momento me iba a salir la homologación y que tenía que salir del país, pero viendo ya el asunto me resigné un poco y he estado tratando de estabilizarme acá porque no puedo contar con algo que no tengo", declara la médica. "Mientras yo no tenga la homologación, no puedo estar poniendo mi vida a expensas de algo que no sé si va a suceder o en cuánto tiempo va a suceder. Las ilusiones, como cuando metí mis papeles de homologación, se han desvanecido completamente".

REPORTAJES QUE TE PUEDEN INTERESAR:

Si quieres contactar con 20minutos, realizar alguna denuncia o tienes alguna historia que quieres que contemos, escribe a pablo.rodero@20minutos.es. También puedes suscribirte a las newsletters de 20minutos para recibir cada día las noticias más destacadas o la edición impresa.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.