Con el otoño entrado en faena en España, los cambios bruscos de temperatura y las reuniones sociales, el virus de la gripe y otros similares que atacan en esta época del año campan a sus anchas. Las infecciones respiratorias tienen en estos meses su punto álgido de acción y, aunque en la mayoría de los casos no es un asunto grave, sí debemos tomar una serie de precauciones para 'cortar' por lo sano cuanto antes.
Una vez que empezamos a notar los primeros síntomas del resfriado, ya sabemos que debemos intentar descansar bien, evitar los cambios bruscos de temperatura, no frecuentar lugares con demasiada gente alrededor para minimizar los contagios, frenar el ejercicio intenso durante unos días, e hidratarnos en abundancia. Pero, ¿sabemos lo que 'no' debemos hacer? Un inmunólogo nos lo explica.
¿Qué causa los resfriados?
Durante la época de otoño e invierno las infecciones respiratorias son muy frecuentes y ocasionan síntomas tales como goteo nasal, estornudos, dolor de garganta, tos y moco, e incluso en algunas ocasiones también fiebre y síntomas generales como dolores osteomusculares generalizados y las incómodas cefaleas.
Como nos explica el neumólogo Francisco Sanz Herrero, secretario del área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), "la mayoría de estas infecciones están causadas por virus, que circulan predominantemente durante esta época del año".
Y añade: "El virus de la gripe es el más frecuente, y la causa de la mayoría de estas infecciones, pero también hay otros muchos circulantes como el virus SARS-CoV-2 (COVID-19), virus respiratorio sincitial (VRS), o Rhinovirus".
Esto es lo que no debemos hacer si estamos resfriados
Como continúa explicando el doctor consultado, este tipo de infecciones respiratorias, causantes del resfriado y la gripe, "causan síntomas que se limitan en el tiempo y la mayoría de las personas se recuperan del todo en un plazo de 5 a 7 días. Sin embargo pueden resultar más peligrosas en personas ancianas o con enfermedades crónicas de base".
El tratamiento de estas infecciones tan recurrentes es principalmente sintomático, es decir, aquél que se circunscribe a medicamentos dirigidos a mejorar los síntomas que presenta el paciente, y poco más.
Y ahora viene el meollo de la cuestión que el neumólogo desaconseja cien por cien: "Los antibióticos no deben ser usados nunca, en ningún caso, en el tratamiento de estas infecciones causadas por virus. la razón es tan sencilla y clara como que no tienen ningún efecto (están diseñados para tratar bacterias) y además existe el riesgo de desarrollar resistencias a los antibióticos y empeorar la situación".
La eficacia de vacunarnos ante la gripe de otoño
Como explica Francisco Sanz Herrero, "sin duda, la mejor prevención es la vacunación, especialmente frente a la gripe, especialmente recomendada en personas mayores y con enfermedades debilitantes".
Además, por lo que respecta a lo que podemos hacer nosotros ante este panorama de resfriado y gripe, destaca la hidratación, un hábito que en estos casos debe ser extraordinario para eliminar la mucosidad al hacerla más líquida. Es la mejor manera de combatir la congestión y acortar los tiempos que suelen durar los resfriados (en torno a una semana).
También los dolores de cabeza, uno de los síntomas más habituales cuando tenemos congestión por gripe o resfriado, mejoran con una abundante hidratación, que puede llevarse a cabo con agua, infusiones o caldos calientes, pero jamás con bebidas alcohólicas o carbonatadas.
Descansar, no practicar ejercicio intenso, no dejar de comer en ningún caso aunque tengamos inapetencia, y hacer uso de antipiréticos si tenemos unas décimas de fiebre completan el cuadro de las medidas aconsejadas a adoptar.