El pontevedrés Andrés V.F., alias Capi, conocido porque en el año 2015 agredió a Mariano Rajoy en Pontevedra, pide que se le aplique la eximente completa de alteración psíquica para no ir a la cárcel por el intento de asesinato de un periodista en 2023.
La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dejado visto para sentencia este juicio, que se ha celebrado durante toda la mañana de este jueves. El acusado solo ha respondido a las preguntas de su abogado y ha asegurado que su intención no era la de matar al redactor, al que no conocía de nada, sino que su acción se dirigía "contra la prensa en general" por lo que considera un acoso mediático sufrido desde el episodio con el expresidente del Gobierno. "Quería que me dejasen tranquilo con las publicaciones. Quería disuadir a los periodistas y hacerme respetar", ha manifestado.
La defensa solicita que se aplique al acusado una eximente completa por alteración psíquica o, alternativamente, un delito de lesiones agravado con eximente incompleta por alteración mental. En cualquier caso, pide su ingreso en un centro psiquiátrico especializado.
"No quería hacer daño a nadie"
"No tuve intención, no quería hacer daño a nadie", ha añadido este joven que, según ha recordado, lleva muchos años bajo tratamiento psiquiátrico y que tanto el día de la agresión como el anterior, según ha insistido, había consumido cocaína y alcohol. Según ha relatado, cuando entró en las instalaciones de La Voz de Galicia el 14 de julio de 2023, le dijo a una administrativa que él era el que "pegó a Rajoy" y, acto seguido, empezó "a romperlo todo, ordenadores, pantallas". Ella escapó corriendo.
El acusado ha indicado que después apareció un periodista que estaba en la redacción y se le "abalanzó y después salió corriendo", ha declarado. Además, ha admitido que le golpeó con un rodillo pero sostiene que fue el periodista el que se acercó a él para arrebatarle el cuchillo. También ha dicho no recordar bien el momento de la detención por parte de los policías.
A su vez, el joven ha declarado que antes del ataque se había dirigido anteriormente a la delegación del Diario de Pontevedra, ya que se encuentra cerca de su casa, y que fue sobre las 13.40 horas cuando acudió a La Voz de Galicia. "Me sentía muy frustrado porque llevo años sufriendo acoso mediático", ha manifestado para añadir que perdió "la cabeza".
El procesado se ha mostrado muy nervioso en la sala de vistas e incluso ha sido necesario interrumpir el juicio durante varios minutos. El fiscal asegura que es autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, por el que pide ocho años de prisión, siete de libertad vigilada y diez de prohibición de acercarse y comunicarse con su víctima.
Además, se le atribuye un delito de daños por haber destrozado diez monitores de ordenador y un televisor valorados en 2.221 euros por los que le pide una multa de 1.690 euros y otro delito más de resistencia por oponerse a la detención por parte de la Policía Nacional por los que solicita 4.140 euros. En el arresto, un agente resultó herido.
La madre del acusado también ha solicitado que su hijo ingrese en un centro psiquiátrico: "Quiero que se cure. Tiene 26 años, todavía se puede hacer algo, pero si no entra en un centro, no se puede hacer nada". Igualmente, los letrados de las acusaciones particulares que ejercen La Voz de Galicia y el agente de policía herido coinciden en señalar la concurrencia de una eximente incompleta.
Por su parte, la víctima ha declarado protegida detrás de un biombo y ha explicado que ese día se encontraba al fondo de la redacción cuando escuchó "un estruendo" que interpretó como que alguien se había caído por las escaleras. Vio a su compañera salir corriendo y se encontró con el agresor, que empezó a atacarle.
"Primero levantó un palo", -que resultó ser un rodillo de cocina- "me cubrí con el brazo, me eché atrás y vi que sacaba de la cintura un cuchillo", ha recordado. Inmediatamente, según el relato de la víctima, el procesado sacó un cuchillo de cocina, de aproximadamente 18 centímetros, y lanzó repetidas puñaladas alcanzándole en una ocasión en el tórax, en las manos y en el brazo.
"La imagen que tengo es como la de la película Psicosis", ha señalado el redactor, "dirigía el cuchillo hacia cualquier parte" hasta que, en un momento dado, "echó un paso hacia atrás, vi un hueco y salí corriendo". Los análisis de sangre descartan que el acusado hubiese consumido cocaína el día de los hechos. Los forenses hablan de "trastorno disocial" y consumo perjudicial politóxico y especificaron que tiene "problemas en la capacidad de control de impulsos".
Historial delictivo
Este ataque al periodista se produjo en la misma semana en la que el procesado fue condenado con su conformidad en el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense por un altercado en un bar en diciembre de 2020. Golpeó a un hombre en la cabeza y dijo "vais a morir todos" después de que le pidiesen que abandonase el local por decir consignas a favor de ETA.
En el historial delictivo de este joven también consta que en el año 2019, un acuerdo extrajudicial que permitió que saliese absuelto de un delito de lesiones leves por haber agredido al coordinador provincial de Vox en Pontevedra, Juan Manuel Rosales, en marzo de ese año. El día del juicio, coincidió con su víctima en los juzgados, reconoció lo que hizo y le pidió perdón. Cuando el acusado agredió a Rajoy era menor y fue condenado a dos años de internamiento en un centro de menores de régimen cerrado que cumplió íntegramente en Monte Ledo (Ourense).