Los expertos y rescatistas coinciden: hay pautas que seguir y consejos que dar en el caso de que a una persona le sorprenda una riada dentro de su vehículo, pero es difícil buscar las herramientas para lo extraordinario. Y lo ocurrido este martes en Andalucía oriental, Castilla-La Mancha y, especial y dramáticamente, en la Comunidad Valenciana lo es. Solo en la provincia de Valencia han muerto al menos 62 ciudadanos.
"Tenemos que fiarnos de la estadística. La experiencia nos dice una cosa, pero en casos como en el de Valencia es muy difícil saber cómo actuar", relata a 20minutos Chema Sopeña, instructor de rescate fluvial de la escuela especializada River Guru Rescue, que forma en la disciplina a efectivos de Bomberos y Protección Civil.
Con todo, el rescatista ofrece algunas recomendaciones que pueden seguir los usuarios que eventualmente puedan verse en situaciones parecidas a las vividas este martes.
Bajar las ventanillas
Es fácil que la primera reacción de cualquier persona que ve que queda atrapada por una riada sea mantener la ventanilla subida y resguardarse con el cinturón de seguridad puesto para aislarse del agua.
"Todo el mundo debe tener en cuenta el agua va a entrar sí o sí. Es imposible evitarlo aunque cierres las ventanillas. Ante situaciones así, puede llegar un momento en que dejen de funcionar los sistemas automáticos del coche y después sea imposible bajarlas, por lo que dificulta tanto la salida como el rescate", relata el instructor de rescate.
Tampoco resulta sencillo romperlas si no se dispone de un objeto idóneo, aunque existe una función del reposacabezas de los asientos que puede sernos útil: si se extraen completamente, la parte punzante de los hierros permite romper el cristal. Asimismo, se puede desencajar el parabrisas ejerciendo presión con los pies.
Esperar a una posible estabilización del vehículo
El momento crítico, cuenta Sopeña, es aquel en el que el coche es arrastrado por el agua. "Durante mucho tiempo, el coche funciona a modo de barco. Hasta que no se inunda lo suficiente no consigue hacer fricción con el suelo y estabilizarse", dice.
No es hasta este instante cuando el afectado, tras valorar que la situación lo permite, puede decidir salir por la ventanilla y subir al techo del vehículo. Antes, expresa el experto, es mucho más fácil sufrir resbalones y acabar en el agua.
Situarse encima del vehículo es la forma idónea de salvar la vida y facilitar la labor de los servicios de emergencia que inicien las maniobras de rescate. De nuevo, Sopeña habla de consejos en situaciones de relativa normalidad. "Hay situaciones irremediables. Este martes se han visto escenas en las que la fuerza de la corriente es tal que es muy difícil que el coche se quede parado en algún momento", lamenta.
Si caes al agua, busca un punto de referencia
En el peor de los casos, es decir, si la persona cae al agua o no tiene más remedio que tirarse a ella, es muy importante buscar un punto de referencia y emprender un nado en diagonal a favor de la corriente.
"Los elementos de la naturaleza, como los árboles, normalmente son los que resisten este tipo de envestidas", explica Sopeña. Este martes hemos visto un ejemplo de ello: Maite, una joven que se vio sorprendida por una riada tremenda en Paiporta, grabó el momento en el que quedó rodeada por un auténtico mar. Fue rescatada horas después tras permanecer encaramada a un árbol.
@GVA112 Mi amiga Maite Jurado López está atrapada en Paiporta cerca del centro residencial SAVIA Paiporta.
Se ha quedado atrapada por el agua, agarrada a una planta y su coche ha sido arrastrado por la corriente, está sola y no tiene mucha cobertura.#emergències112CVA pic.twitter.com/sunjtadG1c— deliplus (@LausMt) October 29, 2024
Con 20 cm de agua el coche puede ser arrastrado
Sopeña insiste en que se ha de ser muy consciente de que es mucho más fácil de lo que parece que un vehículo comience a ser arrastrado por el agua.
"Con 20 centímetros basta. Una corriente así tiene mucha fuerza. Si el suelo es liso, lo va a desplazar con seguridad. Con 30 centímetros el coche ya comienza a flotar. Ahora, en el caso de Valencia nadie se espera que llueva tantísimo. La gente no ha sido imprudente, es simplemente extraordinario", afirma.
¿Hay alguna forma de prever estas crecidas agresivas?
"No. Es muy difícil. Los fenómenos se están produciendo en localidades muy concretas que reúnen ciertas características. Por un lado, está el hecho de que llueve torrencialmente en focos muy concretos. Aquí puede estar lloviendo muchísimo, pero a 20 km puede que no tanto. Luego está la orografía del terreno. La mayoría de lugares que se están inundando son antiguos barrancos que han estado ahí toda la vida. Es muy difícil decirle a la gente: 'Si llueve más o menos, tienes que hacer tal'", explica Sopeña.
Con todo, como lo han venido haciendo las autoridades en las últimas horas, el instructor de rescate recomienda alejarse de los cauces y de los riachuelos, "por muy pequeños que sean", intentar quedarse en casa y dirigirse a pisos superiores.
¿Cómo actúan los servicios de rescate?
La labor de los servicios de emergencia no es sencilla en estas situaciones. Como expone Sopeña, "muchas veces el problema no es cómo hago el rescate, sino cómo llego a la zona de rescate".
"Estamos viendo muchas situaciones en las que los camiones tienen muy difícil llegar a la zona. Se trabaja mucho con helicópteros. Las embarcaciones son bastante útiles, y lo que te comentaba: si la víctima está encima del techo, el rescate se simplifica mucho", concluye el instructor.