Un nuevo estudio ha vinculado un hábito frecuente entre los adultos con la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Esta dolencia destruye lentamente la memoria y las habilidades de pensamiento y, con el tiempo, causa demencia.
Los síntomas más comunes incluyen problemas de memoria, dificultades para pensar y razonar, problemas con el lenguaje, cambios en la forma en que una persona ve y oye las cosas y cambios en el estado de ánimo.
Aunque las causas de la enfermedad de Alzheimer son muy complejas, una investigación de Scripps Research vincula la enfermedad de Alzheimer y el trastorno por consumo de alcohol, y muestra cambios similares en la expresión genética en el cerebro que afectan la inflamación y la función celular.
El estudio, publicado en la revista eNeuro el pasado mes de septiembre, "apoya la idea de que el consumo de alcohol puede favorecer la progresión de la enfermedad de Alzheimer".
El estudio se basa en una investigación publicada anteriormente en el laboratorio de Sanna que demostró que el consumo excesivo de alcohol acelera la progresión del alzhéimer en ratones genéticamente predispuestos a la enfermedad.