Una jueza federal ha desestimado una propuesta de demanda colectiva que acusaba a Google de beneficiarse ilegalmente de las estafas con tarjetas regalo de Google Play.
Esta demanda fue interpuesta por Judy May, quien perdió 1000 dólares en 2021 cuando unos estafadores la engañaron para que comprara tarjetas regalo de Google Play, alegando que era elegible para recibir dinero de una subvención federal si compraba este tipo de tarjetas. Según el diario Ars Technica, "los ciberdelincuentes le dijeron que podía enviar códigos de las tarjetas regalo para recibir la entrega del dinero el mismo día de la subvención", pero, tras caer en la trampa, se dio cuenta de que la habían estafado.
Google se negó a proporcionarle un reembolso y, ante tal decisión, May objetó que la compañía de Mountain View "debería poner advertencias en las tarjetas regalo para alertar a los clientes sobre las estafas comunes". Por lo tanto, su acusación manifiesta que este tipo de fraude no se denuncia lo suficiente.
La denuncia también indica que los datos de la Comisión Federal de Comercio determinaron que las estafas con tarjetas regalo de Google Play representaron el 20% de los fraudes entre 2018 y 2021, teniendo en cuenta que provocaron más de 17 millones de dólares en pérdidas. Por ende, May afirma que "esta cifra da a entender que la Big Tech se beneficia de las estafas".
Sin embargo, la jueza federal estadounidense Beth Freeman ha dictaminado que "May sufrió daños económicos debido a la inducción fraudulenta de estafadores externos, no por la omisión o tergiversación de Google". Además, "May no demostró que Google tuviera alguna obligación de reembolsar a los clientes después de que Google citara las políticas de Target y Walmart para demostrar que es común rechazar reembolsos", apunta el medio de comunicación mencionado.
Por otro lado, Freeman dictamina que Google no ha incurrido en prácticas desleales, e incluso desestima una demanda que solicita el triple de daños y perjuicios.