El Gobierno pide el respaldo al gasto militar pero no lo someterá a votación en el Congreso

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reafirmó este miércoles durante una visita oficial a Finlandia su intención de aumentar lo antes posible el gasto en Seguridad y Defensa y llegar al 2% en 2029. "Lo vamos a hacer", afirmó. Sin embargo, los líderes de las formaciones que este jueves se verán con él en la Moncloa no recibirán datos concretos sobre el cómo y el cuándo, ya que el Ejecutivo, que cree que hay que llevar el debate al Congreso pero sin llegar a una votación, opina que aún es muy "pronto". Durante una comparecencia en la Cámara Baja, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, fue el encargado de pedir "unidad" a todos los grupos.

Fuentes del ala socialista del Ejecutivo confirman que se hará lo que sea necesario para acelerar el incremento de la partida de Defensa, pero "siempre bajo el paraguas de la ley". En el PSOE, en todo caso, no descartan que tenga que someterse a la opinión del Congreso alguna cuestión, como podría ser un eventual envío de tropas a Ucrania tras un acuerdo de paz, un debate "prematuro" pero que ya se ha producido en países como Dinamarca, Francia o el Reino Unido.

Por otro lado, desde Sumar apuestan por un debate parlamentario sereno "y no desde trincheras", aunque eso tampoco implica que opten por una votación si esta no es obligatoria, sobre todo teniendo en cuenta las discrepancias surgidas en su propio seno: mientras Izquierda Unida se opone frontalmente a cualquier subida del gasto en Defensa, el sector más próximo a Yolanda Díaz no lo ve con malos ojos siempre que no se circunscriba a partidas netamente militares y que sea Bruselas quien financie la mayor parte del mismo.

Sánchez, de hecho, puso sobre la mesa la necesidad de subsidios para que el aumento del gasto militar no afecte a las arcas públicas y también apoyó la idea de Finlandia de que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) –liderado por la exministra socialista Nadia Calviño– juegue un papel más importante en la financiación del incremento. No obstante, la idea del Gobierno es sacar todo el dinero posible del fondo de contingencia de los Presupuestos Generales del Estado para completar los 11.000 millones de euros que hacen falta para alcanzar ese 2% en cuatro años, una partida que se suele reservar para gastos imprevistos e ineludibles.

El Ejecutivo pidió a las fuerzas políticas en el Parlamento, por boca del titular de Exteriores, un respaldo unánime a las "decisiones vitales que requiere el cambio en el orden mundial". "Lo que hagamos en las próximas semanas va a depender nuestro destino y futuro", afirmó el ministro Albares, que demandó también una única respuesta "eficaz y estable" a escala europea, insistiendo en que "es la hora de que Europa asuma en primera persona su propia seguridad" porque "está en juego todo el proyecto europeo", refiriéndose a la propuesta de plan de rearme que movilizará hasta 800.000 millones de euros.

Respecto a este plan sin precedentes, ha explicado que se van a poner en macha préstamos y facilidades para dotar a Europa de las capacidades que requiere, desarrollando progresivamente la industria de la UE, lo que además cree que tendrá efectos positivos en el empleo, en el desarrollo de las regiones y en la investigación y el desarrollo.

Entre los socios de izquierdas del Gobierno reina la incertidumbre, tanto sobre el rearme como sobre la subida del gasto en defensa. La oposición de ERC y EH Bildu en la Cámara al discurso de Albares no fue frontal, pero su posición está lejos de un apoyo sin ambages. El republicano Francesc Marc Álvaro se mostró de acuerdo con el Ejecutivo en que "o la UE se convence del liderazgo que debe asumir o se dirigirá a la irrelevancia", pero exigió que el incremento en las partidas de defensa no suponga reducir "la financiación del Estado de bienestar". El abertzale Oskar Matute, por su parte, dijo que «escalar en militarismo, belicismo y reforzar imperialismos no es una opción vitalmente viable».

La más dura fue Ione Belarra, secretaria general de Podemos, que dijo que PSOE y Sumar pagarán "caro lo que están haciendo" y que Sánchez

"va a pasar a la historia como un señor de la guerra". "¿Está dispuesto a ir al frente? ¿A enviar a sus hijos?", preguntó a Albares, que recordó que nadie ha defendido enviar tropas europeas a Ucrania hasta que haya paz.

El PP reprocha a Sánchez falta de información

El PP por su parte calificó este miércoles de "reuniones informales" los encuentros que el presidente va a tener con los grupos parlamentarios para tratar los principales asuntos que vertebran el debate de Seguridad y Defensa. Su vicesecretaria, Ester Muñoz, aseguró que el líder de su partido, Alberto Núñez Feijóo, acudirá a la Moncloa porque el PP es un partido de Estado y ha sido convocado, pero reprochó que no se les ha facilitado ninguna información sobre la cita. En este sentido, dijo que es "difícil" apoyar a Sánchez porque los populares desconocen "adónde va", pues consideran que "no tiene ningún plan" y, por tanto, el PP va a "escuchar".

La diputada ratificó la sorpresa de los populares ante la reunión porque, a su juicio, el jefe del Ejecutivo solo puede hablar como secretario general del PSOE, sin una mayoría parlamentaria clara, sin estabilidad dentro de su propio Gobierno y con distintas posiciones incluso dentro de Sumar. "Sánchez no acudirá el 21 de marzo con la postura de España, ni siquiera con la de su Gobierno. Se va a presentar ante el Consejo Europeo con la postura del PSOE", subrayó. Por eso, sostuvo que la cita podría haber tenido lugar en el Congreso, en vez de en Moncloa, y alertó de que se está dando una imagen "inestable de España ante los socios europeos en el peor momento posible". Y calificó de "chiste" que conceda a Feijóo solo 10 minutos más que a BNG, con un diputado, o EH Bildu, con seis, a pesar de ser la primera fuerza en el Congreso.

Paralelamente, el PP planteará la próxima semana en el pleno de la Cámara Baja una proposición no de ley para comprobar antes del Consejo Europeo con qué apoyos parlamentarios cuenta el Ejecutivo para cumplir sus compromisos con respecto al rearme europeo, la guerra en Ucrania y con la OTAN, incluido el incremento del gasto en defensa. "El PP va a obligar a Pedro Sánchez y a los parlamentarios y grupos a retratarse antes del 21 de marzo", señaló Muñoz.

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