El responsable de seguridad del partido entre Francia e Israel de este jueves, Laurent Núñez, ha asegurado que las condiciones de seguridad del encuentro, que se celebra esta noche a las 21 horas en París y que ha sido considerado como de "alto riesgo", están "garantizadas".
En una entrevista con la emisora France Info, Núñez prometió "firmeza" con quienes pretendan causar incidentes y recordó que el dispositivo incluye la movilización de 4.000 policías y gendarmes que estarán en torno al Estadio de Francia, en la ciudad de Saint-Denis, en el interior del estadio, en las líneas de transporte público y en posibles puntos de concentración en París.
Los policías que estén en el interior del Estadio de Francia vendrán a reforzar a los 1.600 agentes de seguridad contratados por la Federación Francesa de Fútbol (FFF), un número también más elevado de lo habitual y que, además de controlar las entradas, vigilarán para que no se desplieguen banderas palestinas ni pancartas con mensajes políticos.
Las autoridades francesas intentan evitar las escenas de violencia de la pasada semana en Ámsterdam con ocasión del partido de fútbol entre el Ajax y el Maccabi de Tel Aviv, que se saldaron con más de 60 detenidos, teniendo en cuenta que Francia cuenta con la mayor comunidad judía y musulmana de Europa.
Para esta tarde está prevista y autorizada en Saint-Denis una concentración en apoyo de los palestinos, respaldada por La Francia Insumisa (LFI), el principal partido de la izquierda.
El prefecto de Policía confirmó que "tienen derecho a manifestarse" pero puntualizó que está negociando con los organizadores el lugar donde se producirá la concentración, que no va a autorizar donde estos pretendían inicialmente, frente al Ayuntamiento de Saint Denis.
La razón de ese rechazo es que el Ayuntamiento de Saint Denis se encuentra relativamente cerca del Estadio de Francia y además allí hay líneas de metro y de cercanías que van a utilizar los aficionados que vayan al partido de fútbol.
Al encuentro del Francia-Israel han decidido acudir el presidente francés, Emmanuel Macron, así como sus dos predecesores, el socialista François Hollande (2012-2017) y el conservador, Nicolas Sarkozy (2007-2012), y el actual primer ministro, Michel Barnier.
