El Consejo de Ministros ha hecho oficial este martes un nuevo relevo en la presidencia de Renfe, con la confirmación del cese de Raül Blanco y su sustitución por el hasta ahora secretario general de Movilidad Sostenible del Ministerio de Transportes, Álvaro Fernández Heredia, que llega a la cabeza de la operadora ferroviaria en medio de la 'guerra de precios' que libra con las otras dos compañías que operan la alta velocidad, la francesa Ouigo y la italiana Iryo, y con el encargo por parte del ministro, Óscar Puente, de poner el foco "en los pasajeros", después de un año en el que las incidencias en el transporte en tren han sido continuadas.
El Gobierno ha confirmado un nuevo cambio de presidente de Renfe, tras el anuncio la semana pasada de la dimisión de Blanco, que llegó a la empresa pública ahora va a hacer dos años, tras el cese de Isaías Taboas, debido al llamado 'galibogate', el fiasco de la compra de nuevos trenes de Cercanías de Asturias y Cantabria, que no cabían por los túneles que debían atravesar.
Aunque en un primer momento se explicó como una dimisión "por motivos personales", la salida de Blanco se debe a la intención de Puente de abrir una nueva etapa en Renfe, para que esté "más centrada en el usuario", después de un año especialmente duro, con averías y retrasos que tampoco dieron tregua en el primer día de 2025. Así lo afirmó Puente la semana pasada en una entrevista, en la que apuntó que la salida de Blanco estaba pactada desde hacía hace meses.
Quien toma el relevo es su número 3 en el Ministerio. Aunque no comparte "militancia" con Fernández Heredia, que procede de Más Madrid y fue uno de los 'padres' de Madrid Central en el mandato de Manuela Carmena en la Alcaldía, el nuevo presidente de Renfe es una persona de su máxima confianza. Puente lo llevó a su Ministerio en marzo del año pasado para ocupar un departamento de nueva creación, la Secretaría General de Movilidad Sostenible, con mandato de impulsar el despliegue de políticas de descarbonización del transporte, coordinar el desembolso de los 1.500 millones de fondos de la UE para que los ayuntamientos reduzcan el uso del coche individual y promocionar el transporte público, a pie o en bicicleta, del que es usuario.
"Es un gestor de campanillas", "el mayor experto", dijo de él Puente la semana pasada en un desayuno informativo, en el que reiteró que Renfe necesita ahora un "gestor de transportes".
Frentes abiertos
Fernández Heredia ha sido también gerente de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid y de su versión en Valladolid, la empresa de Autobuses Urbanos de Valladolid (AUVASA) cuando Puente era alcalde y ahora asumirá la presidencia de Renfe en un momento en el que no son pocos los frentes abiertos que tiene la operadora.
Por una parte, Renfe anda inmersa en una 'guerra de precios' en los trenes de la alta velocidad con las otras dos empresas que opera las líneas más rentables, Ouigo e Iryo, con precios mucho más baratos a los que solía fijar la española y que, según insiste Puente, ya están causando problemas financieros a las tres y, en el caso de Renfe, provoca problemas de sostenibilidad para poder hacer frente a rutas más deficitarias, con un carácter mucho más de servicio público y en las que sigue sin tener competencia.
Para el ministro, esto es fruto de una liberalización del transporte ferroviario de pasajeros con unas reglas que no todos los países de la UE están cumpliendo. Sus acusaciones se dirigen particularmente a la operadora francesa, Ouigo, y a su empresa propietaria, la 'renfe' gala SNCF, que cubre unas pérdidas de más de 40 millones en 2023 por 'tirar' los precios en España. "Es una trampa, realmente no hay una competencia privada, no compiten Renfe, Ouigo e Iryo. Compiten Francia, Italia y España", dijo Puente la semana pasada.
Esta sensación de agravio se incrementa porque la entrada de Ouigo en España no ha tenido reciprocidad en la expansión de Renfe por Francia. Sus AVE ya llegan a Marsella y Lyon pero no a París, el gran objetivo postergado ya sin fecha debido a las "trabas" que el Gobierno español denuncia por parte de la SNCF para homologar trenes o sistemas de seguridad.
Además de intentar conseguir el AVE a París y garantizar la sostenibilidad financiera de Renfe, Fernández Heredia tiene ante sí como nuevo presidente terminar el dossier que se prepara desde hace meses con las prácticas "desleales" de Ouigo que denuncia el Ministerio y que quiere presentar ante la Comisión Europea como paso previo a presentar una eventual denuncia ante el Tribunal de Justicia de la UE.
Previsiblemente durante el nuevo mandato de Fernández Heredia, será una realidad también la entrega de los nuevos trenes de Renfe, en una compra de casi medio centenar que entre otras cosas servirán para renovar las flotas de Cercanías en Madrid Rodalíes en Cataluña.
Hablando de Cercanías, el Ministerio redacta desde hace meses una Orden Ministerial para proceder a la liberalización de este servicio y dar entrada a empresas competidoras de Renfe.
Como continuación de los trabajos que empezaron hace meses en el Ministerio, también estará sobre la mesa de Fernández Heredia poner en pie la tarjeta única de transporte que Puente ha anunciado para 2026, que permitirá viajar en tren -no de alta velocidad- y autobús por todo el país por un precio fijo.
También en el capítulo de mejoras para los pasajeros, están las mejoras esperadas en la web de Renfe, denostada por los usuarios y hasta por Puente, que recientemente calificó de "hasta generoso" el suspenso con un 4,8 que le daba un estudio europeo sobre operadores de ferrocarril.
