El mundo asistió atónito el pasado viernes a la escena que protagonizaron en el Despacho Oval el presidente ucraniano Zelenski y su homólogo estadounidense Donald Trump. Ahora, una experta en lenguaje no verbal ha analizado los gestos del mandatario norteamericano.
En declaraciones al Daily Mail, Judy James, una de las grandes expertas televisivas en lenguaje corporal en Gran Bretaña, explicó que la escena mostró "al macho alfa Trump en estado de excitación agresiva" y que estaba afirmando su autoridad sobre la situación.
James dijo que el vicepresidente JD Vance había actuado "como el grano de arena que irrita la ostra para producir la perla". "Usando este símil animal, lo apropiado era que fuese un compañero el que primero entrara en un conflicto verbal, pero no el alfa, a quien no se puede reemplazar ni ver perdiendo", añadió, como explicación a cuál pudo ser la causa de que fuese el '2' de Trump el que iniciase el primer movimiento para provocar la escena de enfrentamiento con el mandatario ucraniano.
"Así que Trump arriesgó mucho cuando escuchó a los dos hombres discutir y finalmente decidió subir él mismo al ring", dijo James. Vance percibió señales de "desconexión total" por parte de Zelenski, de quien dijo que mostró una "energía incansable" durante esa pugna inicial.
"Trump finalmente intervino, tomando el testigo de batalla de JD con un '¡No, no, no!' y levantando ambas manos para detener la pelea. Habiéndose autodenominado un pacificador mundial, fue irónico verlo intentar resolver una 'guerra' verbal que parecía más propia de jóvenes para finalmente terminar protagonizándola él mismo", dijo Judy James.
Trump cogió el testigo de Vance y rápidamente sus gestos comenzaron a cambiar. "El arma preferida (de Trump) fue el dedo índice levantado, o máxima autoridad. Es un gesto de mando fuerte que normalmente se obedece, pero en este caso no logró detener a su contrincante, ya que tanto Trump como Zelenski alzaron la voz en una superposición de gritos", agregó la experta.
El presidente de EEUU se vio obligado a dar un paso más ante la resistencia del ucraniano. "Trump gritó que Zelenski estaba 'jugando con la Tercera Guerra Mundial'. Su rostro se puso rojo por su estado de excitación agresiva y frunció el ceño en lo que parecía incredulidad", prosigue James, que destaca cómo Zelenski se mantuvo firme siempre dentro lo posible, incluso mostrando a Trump fotos que él llevó de la devastación de su país, y argumentando que había agradecido en numerosas ocasiones su ayuda al pueblo estadounidense.
"Cuando acusó a Zelenski de ser 'irrespetuoso', entonces sus rasgos se contrajeron en una micro mueca de enfado hasta que la contienda pareció llegar a su fin", con gestos de ambos de firmeza antes la situación que acababan de protagonizar. "En ese final parecía casi como si los actores abandonaran el escenario. La ex estrella de televisión Trump le guiñó un ojo a la audiencia para sugerir que todo estaba bien, mientras que la ex estrella de televisión Zelenski hizo un gesto con el pulgar hacia arriba", dijo la experta.
"Vance se acercó y le dio una palmadita a su jefe en lo que parecía un intento de demostrar que había ganado la pelea", agregó Judy James. Una palmadita que, curiosamente, Trump había usado minutos antes con Zelenski cuando fue preguntado por su vestimenta por un periodista de un medio ultraconservador y que sirvió para intentar desarrollar una escena que el propio mandatario estadounidense también intentó usar a su favor para intimidar al ucraniano y que muchos medios han interpretado como el inicio de las hostilidades en una escena sin precedentes y que quedará para el recuerdo en las reuniones de más alto nivel en la Casa Blanca.
