Una empresa alemana intenta engañar a la muerte ofreciendo una segunda vida por menos de 200.000 euros

Por muy distópico que pueda sonar, el deseo de acceder a una segunda vida gracias a la criogenia no es nueva, y aunque no existe ningún caso de éxito en el que una persona criogenizada haya sido revivida, esta curiosa posibilidad va ganando adeptos. Prueba de ello es Tomorrow.Bio, el primer laboratorio de criogenia de Europa, cuya misión es congelar a sus pacientes tras la muerte para, en un futuro, devolverlos a la vida, todo por un coste de unos 194.000 euros.

Detrás de esta start-up alemana se encuentra Emil Kendziorra, exinvestigador del cáncer, que ha reorientado su carrera científica hacia la criogenia. Por el momento, se ha criopreservado a "tres o cuatro" personas y a cinco mascotas, pero el interés va en aumento, ya que hay casi 700 personas más apuntadas.

Este método no está exento de críticas dentro de la comunidad científica. Clive Coen, profesor de neurociencia en el King's College de Londres, indica en un reportaje de la BBC que actualmente no hay evidencias de que organismos con estructuras cerebrales tan complejas como las de los seres humanos puedan ser restaurados con éxito después de haber sido criopreservados, por lo que lo califica de un concepto "absurdo".

A pesar de la polémica, Kendziorra sigue adelante con su empresa, convencido de que "en algún momento en el futuro, la tecnología médica haya avanzado lo suficiente para que el cáncer [o] lo que haya provocado la muerte del paciente en primer lugar sea curable, y el procedimiento de criopreservación en sí pueda revertirse". Sin embargo, no existen garantías de que esto vaya a suceder ni de que haya algo que acorte su tiempo en la Tierra por segunda vez.

Para ello, una vez que un paciente se ha registrado en Tomorrow.Bio y un médico confirma que está en los últimos días de su vida, la empresa envía una ambulancia al lugar donde se encuentra. Cuando es declarado legalmente muerto, el paciente es trasladado a la ambulancia de Tomorrow.Bio, donde comienza el procedimiento criónico, que consiste en enfriar el cuerpo a temperaturas bajo cero y suministrarles un líquido crioprotector. "No se busca congelar el cuerpo, sino criopreservarlo. De lo contrario, habría cristales de hielo por todas partes y el tejido se destruiría", dice Kendziorra. En el caso de esta empresa alemana, los cuerpos de sus clientes se almacenan en una fundación sin fines de lucro en Suiza.

¿Cuánto tiempo podría estar criogenizada una persona? Según Kendziorra, "realmente no importa", asegura. "Mientras mantengas la temperatura, puedes mantener ese estado durante períodos de tiempo prácticamente indefinidos", añade.

Para Kendziorra, la resistencia a la criónica se debe a lo rara que parece la idea de resucitar a alguien de entre los muertos, y pone el ejemplo de los trasplantes de órganos, algo que "a primera vista parece muy raro", pero "lo hacemos todos los días", de ahí que aunque la idea suene delirante no conoce "ninguna razón por la que no debería ser posible en principio".

Coen, por su parte, describe la criónica como "una fe equivocada en el anticongelante y una falta de comprensión de la naturaleza de la biología, la física y la muerte". Según indica, cuando el corazón deja de latir, las células comienzan a descomponerse, lo que causa un daño enorme. Si un cuerpo se calienta nuevamente desde un estado criopreservado, "toda la descomposición que estaba teniendo lugar durante la fase temprana posterior a la muerte comenzará de nuevo".

Según explica Kendziorra, los clientes de su start-up tienen 60 años o menos, y financian los honorarios a través de un seguro de vida. Louise Harrison, de 51 años, es una de ellos. En declaraciones a la BBC, Harrison sostiene que fue la curiosidad la que la empujó a inscribirse en este proyecto: "Me fascinaba la idea de poder volver a la vida en el futuro, me parecía una forma de viajar en el tiempo".

Sin embargo, su decisión no fue bien recibida entre los suyos. "La gente suele decirme: 'Qué horror, todo y todos los que conoces desaparecerán'. Pero eso no me desanima: perdemos gente a lo largo de la vida, pero normalmente encontramos una razón para seguir viviendo", responde.

Para Tomorrow.Bio, el paso siguiente es expandirse por EE UU este 2025, donde esperan ganar terreno, mientras se han fijado un ambicioso objetivo: poder preservar la estructura neuronal de la memoria, la identidad y la personalidad en el plazo de un año.

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