Estados Unidos envió este martes el primer vuelo con migrantes arrestados en territorio estadounidense hacia un centro de detención en la Base Militar de Guatánamo (Cuba), según informó la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt: "El presidente Trump no pierde el tiempo".
"Ya no permitiremos que EEUU sea un vertedero de criminales ilegales de naciones de todo el mundo", dijo en declaraciones esta mañana a la cadena Fox News.
Así, ha destacado que el centro de detención en la Bahía de Guantánamo albergará a los "criminales ilegales que han violado las leyes migratorias" de Estados Unidos y además "han cometido más crímenes atroces contra ciudadanos estadounidenses".
La secretaria de prensa también ha puesto en valor los últimos acuerdos alcanzados con el Gobierno de El Salvador para enviar las cárceles del país centroamericano no solo a ciudadanos a salvadoreños en situación irregular, sino también a los de otros países de la región. Leavitt ha destacado también que las autoridades de Colombia y Venezuela han accedido a cooperar en la repatriación de sus propios ciudadanos.
Con su regreso a la Casa Blanca, Trump ha puesto en marcha un agresivo plan migratorio que implica la posible repatriación de millones de personas en situación irregular, muchas de las cuales residen en Estados Unidos desde hace décadas, así como la eliminación del derecho a la ciudadanía por nacimiento.
Un centro con 30.000 camas
Efectivos de la Armada estadounidense (marines) viajaron el domingo a Guantánamo para preparar el Centro de Operaciones para Migrantes en la Estación Naval de la Bahía de Guantánamo, en la isla de Cuba ante el anunciado plan del presidente Donald Trump de encerrar en ella a migrantes irregulares mientras se organizan sus vuelos de repatriación.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) opera desde hace décadas en la base militar de Guantánamo un centro de detención con 30.000 camas para inmigrantes, el cual administra de manera independiente a la prisión destinada a sospechosos de terrorismo.
Los migrantes que hasta ahora llegan a la base de Guantánamo son aquellos que las autoridades estadounidenses interceptan en el mar cuando intentan alcanzar las costas del país, principalmente procedentes de Cuba y Haití.
Según recoge el Washington Post, el centro más grande del ICE cuenta con unas 2.000 camas para deportados, por lo que si finalmente se alcanzan las 30.000 camas, el de Guantánamo eclipsaría al resto.
Condiciones precarias
La situación en las instalaciones migratorias de Guantánamo ha sido históricamente opaca, con poca información sobre lo que ocurre allí.
Un reportaje publicado por The New York Times, basado en informes internos del Gobierno, reveló que los detenidos enfrentan condiciones precarias, incluyendo denuncias de que son obligados a usar gafas de visión opaca durante los traslados, que sus llamadas con abogados son vigiladas y que algunas instalaciones están llenas de ratas.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, tildó de "brutalidad" la política de Washington de encerrar a "miles de migrantes que expulsa forzosamente" en Guantánamo.