La dimisión de Íñigo Errejón este jueves como portavoz de Sumar en el Congreso y de la política en general ha sacudido el panorama nacional. Su retirada llega tras una serie de acusaciones de violencia sexual y maltrato psicológico que se comenzaron a difundir a principios de esta semana, aunque no le nombraban de forma directa. El partido dirigido por Yolanda Díaz decidió entonces iniciar una investigación interna, tras la cual se precipitaron los acontecimientos que, en solo dos días, llevaron al fin de la carrera de Errejón, una figura relevante de la izquierda en la última década.
El martes parecía una jornada más en el Congreso de los Diputados. Errejón compareció en la rueda de portavoces y defendió el pacto de Sumar con el PP para sacar adelante medidas relativas al abuso bancario y el envío de tropas españolas al extranjero. Mientras los medios recogían sus declaraciones, en las redes ya circulaban rumores sobre un alto dirigente acusado de "maltratador psicológico". El detonante fue un mensaje anónimo compartido el lunes en redes por la periodista Cristina Fallarás, en el que una mujer relataba episodios de violencia emocional y humillación durante la práctica sexual por parte de "un político muy conocido" de Madrid.
Aunque la identidad no fue revelada en dicha publicación, la especulación en redes sociales situó a Errejón en el foco. Ante tales acusaciones, Sumar inició una investigación interna sobre los posibles "comportamientos machistas" del que era su portavoz parlamentario. "Tras las informaciones aparecidas esta semana, iniciamos un proceso para recabar información sobre las declaraciones que se habían vertido, fundamentalmente en redes sociales, sobre Iñigo Errejón", explicó este jueves la coalición en un breve comunicado.
24 horas antes de la dimisión
Errejón llegó al Congreso el miércoles por la mañana, pero de forma más discreta de lo habitual. Con las denuncias anónimas circulando en redes y bajo la evaluación de la situación por parte de Sumar, el ahora exdiputado evitó las cámaras y accedió a la sesión de control al Gobierno por una entrada distinta. Si bien todos los dirigentes de su formación actuaban con total normalidad, Errejón redujo su presencia al mínimo y se limitó a realizar declaraciones a los periodistas tras la comparecencia de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.
Para esta jornada Díaz ya había mantenido una conversación con Errejón y su partido se encontraba gestionando la inminente dimisión del político. De hecho, desde Más Madrid, fundado por Manuela Carmena y Errejón, subrayan que su órgano de dirección se reunió tras conocer la denuncia compartida por Fallarás. Así, se pusieron en contacto con su exmilitante, que les confirmó los hechos, y pidieron a Sumar que le exigiera el acta.
Con todo, la vicepresidenta del Gobierno ha asegurado que la renuncia es el resultado del proceso iniciado por Sumar. No obstante, el grupo no ha detallado cuál fue el resultado de esa investigación y solo ha sostenido que Errejón envió a la ejecutiva su carta. De este modo, "tras haber escuchado las razones expuestas" por su portavoz parlamentario, aceptaron "de forma unánime" su renuncia. "Le pedimos explicaciones y eso ha desembocado en su dimisión", ha afirmado la secretaria de Comunicación de Sumar, Elizabeth Duval, a la Cadena SER.
Aunque Duval ha indicado que nunca tuvo sospechas, María Eugenia Rodríguez Palop, eurodiputada con Podemos y fichaje de Sumar que dejó sus cargos para volver a la docencia, ha reconocido que existían denuncias que circulaban en las redes desde hace más de un año y que señalaban "específicamente" a Errejón, pero "no se prestó la atención que se debía haber prestado". En concreto, la acusación a la que hace referencia sería un hilo de X (antes Twitter) de 2023 en el que una joven relataba el comportamiento de Errejón en una fiesta que, según la usuaria cuyo perfil era @ChaChaCharlieB, se "podría clasificar como agresión sexista" y que consistía en tocamientos no consentidos.
Jueves: el día de la dimisión
Tras 48 horas de presiones, Errejón anunció su dimisión a las 14:30 horas del jueves a través de una carta en la que justificaba su renuncia por el "desgaste físico y mental" que le había supuesto la política y por haber "llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona". En el comunicado, mencionó también un proceso de autocrítica y acompañamiento psicológico para corregir su comportamiento.
La noticia se dio a conocer mientras se celebraba un pleno en la Cámara madrileña, donde sus excompañeros de Más Madrid deambularon entre los pasillos con el móvil en la oreja y con caras consternadas. Desde la formación trasladaron a Efe en que Errejón dejó "hace mucho tiempo" de formar parte de la agrupación, exactamente desde 2019, cuando abandonó la Asamblea para crear Más País y concurrir en las elecciones generales. "Desgraciadamente no hemos sabido hacer lo suficiente", ha reconocido, no obstante, la líder de Más Madrid, Mónica García.
Ya entrada la tarde, a las 18:35 horas, a la tormenta de denuncias en redes se sumó una acusación pública de la actriz y presentadora Elisa Mouliaá en X: "Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Íñigo Errejón y quiero denunciarlo". La denuncia, que ya ha sido presentada ante la Policía por al menos tres delitos sexuales, relata unos hechos ocurridos en 2021 en los que se sintió "violentada" y "paralizada", de los cuales no había hablado antes por "miedo".
Los hechos relatados en la denuncia de Mouliáa podrían ser constitutivos de un delito de agresión sexual castigado con penas que van de uno a cinco años de cárcel, según fuentes consultadas por Europa Press. Ahora, después de que la denuncia haya sido remitida desde la Policía a los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid, será el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid quien decida si la admite a trámite o la archiva directamente.