Díaz señala que el absentismo laboral es un "grave problema", pero pide cautela al analizar las causas

Yolanda Díaz comparte la preocupación por las elevadas tasas de absentismo laboral —las personas que cada día se ausentan de su puesto de trabajo— en España que han manifestado empresarios y sindicatos. Interrogada sobre esta cuestión por un diputado de Junts, la vicepresidenta segunda ha comentado que, si bien los datos "no son positivos" y se trata de "un grave problema" que está creciendo en toda la UE, hay que analizar las causas.

"Una trabajadora que no acude a su puesto de trabajo porque está enferma no es absentismo, debe ser protegida. Una trabajadora que va a visitar a su padre, no es absentismo. Una trabajadora que va a una huelga no es absentismo, es democracia y son derechos humanos", ha expresado la ministra de Trabajo.

"Es muy importante el impacto económico, pero hay que ver lo que está sucediendo. Estamos de acuerdo en que este problema existe, pero las causas de lo que le he hablado no es absentismo", ha añadido Díaz a renglón seguido. La también ministra de Trabajo ha situado la tasa de absentismo de España en el 4,1%, casi el doble que el promedio europeo.

La vicepresidenta ha emplazado a abordar este asunto en el diálogo social con sindicatos y empresarios y desde el respeto a los derechos de los trabajadores. Además, ha pedido que este problema no se convierta en un pretexto para privatizar los servicios sanitarios. "Menos mutuas y más sanidad pública", ha reclamado la vicepresidenta.

La gran mayoría de las horas de trabajo que se pierden en España se deben a situaciones de baja médica, que han crecido exponencialmente en los últimos años. Sobre todo después la pandemia. Hay varias hipótesis que puede haber detrás, desde la saturación del sistema sanitario, al envejecimiento de la población, un posible alza del fraude o el mero aumento en el número de personas trabajando.

Bajas flexibles

La cuestión del absentismo ha estado de actualidad recientemente a la luz de la propuesta de Seguridad Social de introducir una suerte de "bajas flexibles" para acelerar la reincorporación al trabajo en algunos procesos de incapacidad temporal. Ante las críticas recibidas, el ministerio que dirige Elma Saiz ha matizado su planteamiento original y habla ahora de "reincorporaciones progresivas" una vez ya existe el alta médica, pero los sindicatos siguen negándose a discutir el asunto.

Empresarios y sindicatos tienen abierta una mesa de negociación abierta con Seguridad Social sobre este asunto desde el pasado 14 de octubre, pero hasta el momento las posturas permanecen muy alejadas. La cuestión del absentismo preocupa en especial a los empresarios, que cifran en 135.000 millones anuales los costes de las horas perdidas.

La Seguridad Social también es parte interesada, dado que este departamento es quien se hace cargo de los subsidios que cobran los trabajadores cuando están de baja. El ministerio que comanda Elma Saiz se dejó unos 25.300 millones de euros en este concepto el año pasado, un 74% más que hace cinco años, según datos de la patronal de las mutuas de accidentes de trabajo (AMAT).

Hasta el momento, los agentes sociales solo se han puesto de acuerdo para agilizar ciertos procesos de bajas traumatológicas. Sindicatos, empresarios y Seguridad Social acordaron que las pruebas diagnósticas en estos casos se puedan derivar a las mutuas privadas en casos de atasco en la sanidad pública. Los empresarios siempre han reclamado más protagonismo de las mutuas en las incapacidades temporales. Incluso han llegado a reclamar que los médicos de las mismas tengan capacidad para tramitar altas, algo a lo que los sindicatos se oponen radicalmente. En cambio, las centrales sindicales piden poner el foco en la prevención y en la sanidad pública.

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