Entre un 10 y un 15% de las mujeres en España padecen endometriosis, según datos de la Asociación de Afectadas de Endometriosis (ADAEC). Se desconocen sus causas, por lo que es importante identificar factores de riesgo que puedan aumentar las probabilidades de sufrirla.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista académica BMC Public Health ha encontrado que el consumo elevado de zinc en la dieta podría ser uno de estos factores de riesgo.
El zinc, necesario en nuestra dieta
El zinc es un mineral que nuestro cuerpo necesita para desempeñar correctamente muchas de sus funciones vitales, que van desde la producción de insulina a la salud de las células inmunológicas. También juega un papel importante en la regulación hormonal, la síntesis de ADN y proteínas y en el crecimiento y división celulares.
Debido a que nuestro cuerpo no almacena el zinc, debemos obtenerlo de la dieta. La cuestión aquí es que es clave alcanzar un cierto equilibrio, ya que el exceso de zinc puede afectar negativamente a varios aspectos de nuestra salud.
Esto es en lo que incide el nuevo trabajo, que se basó en el análisis secundario de los datos recogidos para la National Health & Nutrition Examination Survey llevada a cabo sobre mujeres estadounidenses de entre 20 y 45 años de edad, entre los años 1999 y 2006.
Suplementos, mayores ingresos, vivir en pareja...
Estas participantes reportaron ellas mismas sus diagnósticos médicos de endometriosis, y se estimó su ingesta de zinc en base a lo que informaron haber comido en un lapso de 24 horas. También se tuvieron en cuenta otros factores que podrían influir en los resultados, como su uso de medicamentos o suplementos, su edad, su índice de masa corporal, sus niveles de actividad física, el tabaquismo y más.
Finalmente, se incluyó en la muestra a un total de 4.315 mujeres, de las que 331 (un 7,7%) reportaron haber sido diagnosticadas con endometriosis. Hay que tener en cuenta que casi un 64% de ellas tenían sobrepeso, un 39,4% eran fumadoras y el 47% usaban suplementos dietéticos.
Este método arrojó que las mujeres que tomaban suplementos dietéticos, hacían ejercicio moderado, tenían mayor nivel de ingresos y vivían con una pareja tendían a consumir más zinc y, contrariamente a lo que hipotetizaron los autores en un primer momento, un riesgo algo mayor de padecer endometriosis.
Un riesgo hasta un 60% mayor de endometriosis
Concretamente, las mujeres que consumían más de 14 miligramos de zinc al día tenían un riesgo hasta un 60% mayor de endometriosis, en comparación con aquellas que consumían 8 mg diarios o menos. En aquellas que se encontraban entre los dos valores no se observó ningún cambio significativo en el riesgo de endometriosis.
Los factores del estilo de vida o demográficos no parecían afectar a la relación entre la ingesta elevada de zinc y el riesgo de endometriosis, lo que daba cuenta de la robustez de la asociación existente entre los dos fenómenos.
Con todo, hay que tener en cuenta que estos resultados contradicen algunos hallazgos previos, que habían encontrado niveles de zinc reducidos en mujeres con endometriosis, por lo que será necesaria más investigación sobre el tema para esclarecer la cuestión. Además, hay que subrayar que por su diseño este estudio no puede aportar pruebas de que la relación entre la ingesta de zinc y la endometriosis sea de naturaleza causal.
Referencias
ADAEC. Endometriosis - ¿Qué es la endometriosis? Consultado online en https://adaec.es/endometriosis/que-es-endometriosis/ el 05 de noviembre de 2024.
Huang, Y., Wei, Y., Liang, F. et al. Exploring the link between dietary zinc intake and endometriosis risk: insights from a cross-sectional analysis of American women. BMC Public Health (2024). DOI: https://doi.org/10.1186/s12889-024-20433-9
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