El desconocido síntoma que podría advertir de la posibilidad de padecer Parkinson

La demencia es una enfermedad con muchas aristas, que se prevé que aumente considerablemente en los próximos años en España y el planeta, hasta llegar a los 150 millones de afectados. Aunque mucho tiene que ver el aumento de la esperanza de vida, lo cierto es que enfermedades mentales como el Parkinson, que aún no tienen cura, tiene un aliado en el diagnóstico precoz. Para ello, nada mejor que identificar los factores de riesgo y los síntomas prematuros.

Durante muchos años, numerosas investigaciones han descubierto que existe una relación entre las pesadillas recurrentes de los adultos y el doble de riesgo de padecer deterioro cognitivo o Parkinson. Hasta la fecha, los estudios habían demostrado este nexo en la población adulta. Ahora, además, se ha puesto de manifiesto en la revista The Lancet que hay una relación directa entre las pesadillas durante la infancia y el Parkinson cuando alcanzamos los 50 años de edad.

La relación entre las pesadillas y la neurodegeneración

El artículo reciente, realizado por investigadores de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, y publicado en The Lancet, concluye que hay un nexo directo entre los malos sueños recurrentes cuando somos pequeños, y el desarrollo posterior de la enfermedad de Parkinson.

El análisis de los datos de la investigación ha demostrado que tener pesadillas de forma habitual durante la infancia (comparado con los niños que no las tenían) está asociado de manera significativa con un riesgo elevado de desarrollar deterioro cognitivo o enfermedad de Parkinson a los 50 años.

Este descubrimiento podría tener implicancias para la salud pública, ya que permitiría poder intervenir a tiempo para evitar o ralentizar estas enfermedades desde la niñez. Aún se precisan más estudios para confirmar estos resultados y determinar si el tratamiento de las pesadillas durante los primeros años de vida podría disminuir el riesgo de demencia y enfermedad de Parkinson en la edad adulta. Pero el estudio abre un interesante camino.

Qué es y cómo se manifiesta el Parkinson

El Parkinson del que todos hemos oído hablar por su gran prevalencia, es una enfermedad neurodegenerativa que afecta en España a casi 200.000 personas, la más numerosa por detrás del Alzheimer, y que se caracteriza por la degeneración de las neuronas en la denominada sustancia negra del cerebro.

Esta pérdida provoca la falta de producción de dopamina por parte del organismo, que es la sustancia que envía información al cerebro para realizar nuestros movimientos con normalidad. Por ello, el control motriz se ve alterado. La Sociedad Española de Neurología (SEN) considera que la incidencia en 2040 habrá aumentado al doble.

Esta enfermedad se caracteriza por los temblores, la caída de los objetos de las manos, la falta de coordinación y los trastornos de la postura. Los expertos advierten de que un paciente con Parkinson puede llevar de cinco a diez años desarrollando la patología antes de que los síntomas se hagan visibles de esta manera motriz. Entre estos síntomas previos están la pérdida del olfato, el trastorno del sueño REM y cierto grado de depresión.

La importancia de la detección precoz del Parkinson

Una detección precoz de las señales que advierten del inicio de la enfermedad podrían ralentizar el desarrollo completo de la patología, además de aumentar la calidad de vida de los pacientes. Gracias al nuevo estudio de la Universidad de Birmingham, que tiene en cuenta que uno de los primeros síntomas del Parkinson es el trastorno del sueño REM, se descubrió que las personas que lo padecían tenían hasta un 20 por ciento menos de dopamina en la parte del cerebro asociada al aprendizaje. Precisamente en el Parkinson hay también un déficit de dopamina, que hace que los pacientes presenten síntomas como los temblores o la rigidez.

De la investigación se desprende la conclusión de que las pesadillas están íntimamente relacionadas con el trastorno del sueño REM, puesto que es en esta fase cuando se pueden tener sueños muy reales que pueden ser pesadillas, lo que hace que los pacientes los vivan de forma agitada, e incluso hablen en sueños.

Referencias

Abidemi I. Otaiku. 'Distressing dreams, cognitive decline, and risk of dementia: A prospective study of three population-based cohorts'. Department of Neurology, Birmingham City Hospital, Birmingham, UK. Volume 52101640October 2022. The Lancet Summit. Consultado en https://www.thelancet.com/journals/eclinm/article/PIIS2589-5370(22)00370-4/fulltext el 14 de diciembre de 2024.

P. Clavero, M.C. Rodríguez-Oroz. 'Sleep disorders in Parkinson’'s disease and other movement disorders'. Departamento de Neurología, Clínica Universitaria de Navarra. CIMA. Universidad de Navarra. Pamplona. Consultado on line en https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272007000200013#bajo el 14 de diciembre de 2024.

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