El sur y el levante de nuestro país se han visto estos días azotados por una DANA con pocos precedentes en la historia moderna; toda una catástrofe natural que hasta ahora se ha saldado con al menos 70 muertos.
Inundaciones, tener que abandonar el hogar, perder posesiones, el fallecimiento de un ser querido... Además de sus obvias consecuencias materiales, las emergencias como la DANA tienen un importante impacto psicológico para todos los afectados, que ahora tendrán que emprender un largo proceso para afrontar lo sucedido.
"La atención debe ser especializada en emergencias"
Según explica a 20minutos Alesya Beneroso Lara, psicóloga sanitaria, el primer paso en ese camino es fundamental: "Algo muy importante es la atención psicológica que se hace en el momento. Si no es adecuada, se pueden incluso generar trastornos de estrés postraumático".
"La DANA es un ejemplo, pero por poner otro en el contexto español esto se vio mucho a partir de otra tragedia como fue el 11M. En ese momento se llamó a cualquier psicólogo que pudiera atender a los afectados, y hubo personas sin formación específica en psicología de emergencias que acabaron con estrés postraumático por haber hecho una atención que les sobrepasaba y para la que no estaban preparados. A partir de ahí se empezó a valorar más este tipo de especialidad en España, más que las llamadas masivas a la ayuda".
"El problema es que no tenemos tantos psicólogos especializados en esto en España. La mayoría de los que sí hay trabajan en el servicio de emergencias de hospitales o en unidades móviles", añade.
"Las primeras fases son claves para el proceso"
Esta experta desarrolla que esta atención especializada en un primer momento es tan importante porque la gestión de lo ocurrido en sus primeras fases puede ser clave para el proceso posterior. "Cómo ha recibido lo ocurrido la persona y cómo lo lleva en las primeras horas ya indica si el suceso puede generar estrés postraumático o no".
El trastorno de estrés postraumático, aclara, "consiste en un nivel de ansiedad superior al estado basal que se mantiene pasado un cierto tiempo del hecho traumático".
Y es que, según describe, "es normal que durante alrededor de un mes haya sintomatología traumática. Son sucesos bastante complicados; si has perdido tu casa, si has perdido familiares... Habrá que superar un duelo, que como tal no es algo patológico".
"Necesitan herramientas para un afrontamiento activo"
Para Alesya, la clave para evitar que ese duelo se torne patológico ("por ejemplo, que esa sintomatología de duelo se prolonguen uno o dos años después del suceso") está en "facilitar las herramientas para ir a un afrontamiento activo de la situación adversa".
"Es diferente para cada persona. Pero puede suponer desde ir a grupos de iguales de ayuda mutua, como los que existen para familiares de víctimas de suicidio (en Madrid hay uno que se llama Princesa 81) a recibir atención especializada".
Desde el punto de vista de los profesionales, defiende, la clave es que el enfoque debe cambiar con el paso del tiempo. "Los procesos de acompañamiento", concluye, "deben iniciarse cuando se ha vivido un shock, independientemente de que con el tiempo termine siendo traumático o no. Pero no van a ser los mismos si la persona ha pasado un tiempo y sigue con problemáticas; en esos casos, hará falta una atención personalizada a un trastorno de estrés postraumático".
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